Héctor Barrera
LA PATRIA | MANIZALES
Si por cualquier medio digital le llega un mensaje en el que le dicen que debe actualizar sus datos, o de lo contrario no podrá realizar sus transacciones, ¡tenga cuidado! Usted puede ser víctima de un ciberdelincuente que intenta extraer su clave bancaria para luego vaciarle su cuenta.
A continuación, lo invitan a acceder al banco a través de un link. ¡No lo haga! Si accede, lo llevan a una página falsa en la que va a aparecer, supuestamente, información de su banco.
Allí le piden el nombre, la cédula, la clave y la contraseña. ¡No las dé! "Recuerde que las entidades financieras no envían mensajes pidiendo información confidencial por medios virtuales”, cuenta el patrullero Castillo, de la Unidad Tecnológica de la Sijín en Medellín, quien sugiere que si le pasa, lo comunique al banco.
Castillo plantea digitar siempre la dirección del banco, pues al no hacerlo se corre el riesgo de ingresar a un sitio web falso. Tampoco entre a la página del banco desde un buscador, ya que los delincuentes se las ingenian para que allí salgan páginas falsas, con mínimas variaciones en la dirección web original, que no son perceptibles para las víctimas.
Según Bryan Rozo, gerente de E-banking para la región andina de Gemalto, una de las siete reglas de oro para no ser víctima de fraude por internet es no hacer operaciones bancarias desde computadores públicos. Por afán, muchas personas acceden a cualquier computador para abrir la página web del banco y entrar a sus cuentas. Lo que los expertos recomiendan es que así sea solo para consultar el saldo, no lo haga desde un café internet, ni desde una red inalámbrica de las que hay en los centros comerciales, pues son equipos desconocidos en los que con el menor descuido sus datos confidenciales podrían terminar en poder de los delincuentes.
Según Erick Rincón Cárdenas, gerente General de Certicámara, otra medida de seguridad que se debe tomar cuando realiza compras en sitios virtuales es verificar que tengan una conexión segura.
Lo que da esa certeza es el prefijo que debe aparecer siempre antes de la dirección web: https:// con el candado y la barra de direcciones verde.
Otra regla de oro es crear contraseñas o claves que sean difíciles de extraer por terceros. No sea predecible y evite poner fechas de cumpleaños, números de teléfonos, dirección de su residencia, secuencias numéricas o letras que puedan ser descubiertas por delincuentes cercanos.
Lo que recomienda Loyalti, compañía experta en seguridad virtual, es crear una contraseña entre seis y 12 caracteres, alternando letras mayúsculas, minúsculas y números aleatoriamente.
Por otro lado, no olvide actualizar periódicamente el antivirus para evitar cualquier intento de hurto, en caso de realizar transacciones o consultas por internet. Al hacerlo, cierre la sesión y mantenga registro de todas sus operaciones, para que en caso de que ocurra un fraude, pueda comprobarlo ante el banco.
Si le llegan correos del banco sobre la operación, y hay dudas, llame inmediatamente a la entidad financiera, pero no al teléfono que trae el correo que le mandaron.
“Si sorpresivamente se abren ventanas del explorador o se cambia la página que en la que se está trabajando y si aparecen nuevas barras de herramientas son señales inequívocas de que su computador está intervenido por un virus, por un programa espía que le facilita al delincuente extraer todos los datos del equipo”, asegura el patrullero Castillo.
El experto aconseja, además, no descargar cadenas de vídeos o de mensajes por el servicio de whatshapp, así provengan de personas conocidas: “Mientras se bajan, se permite que un software malicioso (malware, troyano) se instale en su dispositivo móvil. Una vez lo logra, cuando la víctima hace transacciones a través del celular, le roban los datos de la cuenta. Es como si el delincuente quedara con un control remoto de su celular”.
Según Carlos Mario Cano, docente de Cibercultura de la Universidad de Antioquia, se considera un delito informático cuando se vulneran los protocolos de identidad y de privacidad de otras personas o empresas, hurtándole su información, fotografías, accediendo a sus redes sociales.
El ejemplo más reciente de lo anterior les ocurrió a varios famosos, a quienes les divulgaron imágenes íntimas en redes sociales. “Ellos se tomaron sus fotos privadas, muy comprometedoras, el iphone o el smartphone inmediatamente las mandó a su cuenta personal y los hackers las extrajeron y las publicaron”, asegura Cano. Otra modalidad de delito virtual es cuando por diferentes medios se suplanta la identidad de una persona en beneficio propio y en detrimento de su dignidad.
Según Cano, en Colombia todavía estamos muy novatos en la persecución de los delitos informáticos: “No tenemos la madurez, ni el bagaje, ni la experiencia, ni las herramientas legales, ni investigativas. Por eso es que nuestro país se vuelve un paraíso apetecido para los delincuentes del ciberespacio, porque aquí hay unas grietas muy amplias por las que se puede colar cualquier organización criminal para cometer un ilícito, y todavía no hay un sistema tanto legal y penal que defina claramente cuáles son las acciones para evitar estos delitos en la web”.
Tampoco existe una clara tipificación de los delitos, por ejemplo, el acoso o ciberbullying, no hay una definición de cuándo se incurre en esta conducta por internet. Tampoco hay elementos claros para que un juez pueda sentenciar a alguien que incurra en este ilícito.
Aunque la Sijín de la Policía tiene una unidad encargada de investigar estos ilícitos, el experto asegura que ese personal no da para la cantidad de casos que se presentan. Además, estos funcionarios carecen de la experiencia necesaria. Por ello, la Policía muchas veces se debe asesorar de ingenieros de sistemas para perseguir a estos ciberdelincuentes. Recuerde que el internet puede ser muy bueno, pero también peligroso, depende del uso y los cuidados que tome al utilizarlo.
Cuando una persona se apropia indebidamente de datos confidenciales almacenados en un computador, en un correo electrónico, en un celular o en una USB incurre en un delito que es castigado en Colombia desde el 2009, amparado por la ley 1273, denominada “de la protección de la información y de los datos”.
La ley indica que a quien se le encuentre culpable de este delito no podrá modificar la medida de aseguramiento, ni tendrá derecho a privilegios como la casa por cárcel, obligatoriamente deberá ir a la prisión.
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