ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
A las carreras llegó ayer el rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla Prada, luego de que el vuelo que aterrizaba en Manizales terminó en Pereira por el cierre momentáneo del Aeropuerto La Nubia. Su ajetreada agenda no es para menos: el Plan de Desarrollo 2013-2015, que es la hoja de ruta, está en plena elaboración.
Tenía prevista una reunión en la tarde con representantes estudiantiles y profesorales para escuchar sus inquietudes y propuestas. Presidirá hoy el Consejo Académico que convoca a 21 decanos y siete vicerrectores. El afán es definir las prioridades para su período como rector, tras ser elegido el pasado 29 de marzo.
Una necesidad de la sede Manizales es mejorar la infraestructura en el Campus La Nubia, pero las fuentes de financiación son limitadas. Un ejemplo fue la reducción de la estampilla pro-universitaria, por un cambio que la Asamblea de Caldas aprobó a mitad de año para trasladar los recursos al Hospital Infantil.
Mantilla Prada habló rápidamente con LA PATRIA sobre asuntos clave. Es su primera visita a Manizales como rector.
- ¿Qué considera prioritario para el Plan de Desarrollo?
Estamos empeñados en que la Universidad sea la primera institución de educación superior del país, de talla internacional. Apoyaremos la internacionalización e investigación, por eso necesitamos renovar los laboratorios y ampliar la cobertura que se pueda manteniendo la calidad de los programas. Lo principal será atender los problemas de infraestructura y mejorar la que existe en todas las sedes (ocho).
- La sede Manizales requiere por lo menos $12 mil millones para la infraestructura de Ciencias Exactas y Naturales (Matemática, Ingeniería Física y posgrados). ¿Cómo garantizará esos recursos?
Esa es una discusión para el Plan de Desarrollo, que fijará qué se asignará a cada sede. Aparte he gestionado un proyecto de ley, que ya está radicado en el Congreso, para establecer una estampilla que sería de orden nacional y cuyo recaudo se destine a infraestructura. La prioridad será la sede Bogotá, que es la más atrasada y con mayor rezago en el tema, y donde hay que construir un hospital universitario (ver recuadro Cuánto recaudaría la estampilla).
- Además de esa iniciativa, ¿qué más hace para aliviar la situación presupuestal de la Universidad?
Con otras universidades públicas grandes, como Antioquia, Valle e Industrial de Santander, hemos buscado recursos adicionales ante el Ministerio de Educación y con el Sistema Universitario Estatal logramos una adición de apenas $100 mil millones para las 32 universidades oficiales, que naturalmente es insuficiente. Viene la discusión de cómo se repartirán, y esperamos que la distribución nos sea más favorable que lo hecho en 2011.
- ¿Cuál será el presupuesto general para 2013 y el de la sede Manizales?
El general es cercano a $1,3 billones, que incluye, sin embargo, el pago de pensiones de unos $250 mil millones y lo que se destina para Unisalud. Después de hacer todas las depuraciones no quedarán ni $50 mil millones de inversión para todas las sedes, y es lo que más nos preocupa. Aún no puedo hablar del presupuesto específico de la sede Manizales, pues está en discusión.
- ¿Cuál es el objetivo de revisar la reforma académica que usted mismo promovió, cuando era decano, y que los estudiantes han cuestionado?
La reforma se implementó desde 2009 y el Plan de Desarrollo que elaboramos contempla su revisión y ajuste. Tendremos en cuenta los impactos de la reforma en el estatuto estudiantil y en los planes de estudio de pregrado y posgrado. También revisaremos el estatuto del personal académico (docentes) que en los últimos años ha sufrido cambios porque existen diferentes acuerdos que cobijan a unos y a otros, y queremos unificarlos. El efecto será el mismo para Manizales como para el resto de las sedes.
- ¿Cuál será el aporte de la Universidad al proyecto de reforma de la Ley 30 de 1992?, ¿mantendrá una posición crítica?
Hay muchos grupos estudiantiles y de profesores haciendo aportes. La Universidad desarrolla discusiones internas y los resultados que generen nutrirán el debate. La posición será explícita cuando se concluya el documento que recoja esas discusiones.
$100 mil millones anuales para un $1 billón en una década son las metas de recaudo que se proyectan con la estampilla pro Universidad Nacional. El proyecto de ley se radicó en la Comisión Tercera del Senado y el objetivo es financiar la infraestructura. La propuesta consiste en gravar los contratos de obras nacionales, en distintos porcentajes, dependiendo de los montos. El máximo sería del 2% a los contratos que superen los $3 mil millones.
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