Monseñor José Libardo se convirtió en obispo

FELIGRESES DE CATEDRAL LO DESPIDIERON

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

El ritual comenzó a las 10:00 de la mañana. Dos pantallas gigantes a lado y lado del altar de la Catedral Basílica de Manizales proyectó la ceremonia de ordenación episcopal del sacerdote José Libardo Garcés Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Málaga-Soatá.

Los feligreses asistieron al templo para despedir a quien fue hasta el pasado miércoles párroco de la Catedral y, por ello, no dudaron en grabar con celulares la ceremonia.

El electo obispo ingresó escoltado por el arzobispo de Manizales, monseñor Gonzalo Restrepo; el nuncio apostólico, monseñor Ettore Balestrero; el cardenal Marc Ouellet, y por varias decenas de sacerdotes y diáconos.

"Doy gracias a Dios porque me eligió para este ministerio. A mi pueblo, Aguadas, y a quienes permitieron mostrar mi vocación de servicio y de manera muy especial a la comunidad parroquial de la Catedral y a los seminaristas que me acompañaron durante estos dos años y medio", dijo.

Añadió su agradecimiento a los medios de comunicación y le suplicó a los feligreses que sigan pidiendo por él en oraciones para hacer de su ministerio su lema y escudo.

Ritual

Antes de empezar con el ritual, el cardenal Ouellet expresó la felicidad de volver a la ciudad y de encontrarse con gente acogedora y amable. "A esto le agrego el gozo inmenso de estar al frente de la ordenación episcopal de uno de mis antiguos alumnos en el Seminario Mayor", dijo.

Luego de esas palabras y algunas oraciones Garcés Monsalve se acostó boca bajo en el altar, hasta que los demás religiosos terminaban de cantar algunas oraciones.

Luego, se levantó y se arrodilló ante el cardenal para que él y los demás obispos pusieran las manos sobre su cabeza y el libro abierto de los Evangelios hasta terminar una plegaria.

Asimismo, recibió un anillo como símbolo de fidelidad hacia la iglesia, la mitra como resplandor de santidad y un báculo pastoral para cuidar el rebaño.

Con los feligreses