Más arraigados en Potrerillo

LA PATRIA

Desde el 11 de julio de este año, que 375 familias invadieron la hacienda Protrerillo, en el Kilómetro 41, la meta ha sido construir vivienda propia.

En el primer mes de ocupar el terreno delimitaron los lotes y armaron casas con guadua y plásticos, algo temporal por la incertidumbre de que llegara la Policía a desalojarlos.

Al frenar el operativo con una acción de tutela, el 14 de agosto, los ocupantes unieron esfuerzos para organizar el proyecto que denominaron Nueva Esperanza.
En una visita que realizó LA PATRIA el domingo 27 de octubre a Potrerillo, se observó que en varias viviendas cambiaron los plásticos por tejas de zinc. Ya no duermen en carpas sino que instalaron camas y, aunque no tienen energía eléctrica, llevaron televisores, neveras y licuadoras.

Los que no pueden dedicar su tiempo a edificar le pagan $300 mil a Edgar Antonio Ocampo, tendero y constructor. "Ya construí 10 casas, solo necesito 80 guaduas, 130 esterillas, 6 tejas y 8 libras de puntillas", precisó.

Lista el agua
Para José Luis Olaya, el logro de la comunidad fue instalar el servicio de agua para cada vivienda. "El que no tiene el servicio es porque no ha querido comprar los 100 metros de manguera que se necesitan para conectarse a la tubería del antiguo acueducto del Kilómetro 41", comentó.

La conexión les permitió adecuar duchas y lavaderos, y evitarse caminar hasta el pueblo o el río para bañarse y lavar la ropa.

Cultivos y mascotas también crecen en Potrerillo. Néstor Osorio sembró frijol y plátano, tres meses después las plantas casi tapan su vivienda.

Las hermanas Miryam y Carmen Tulia Ortiz comentaron que los perros también se han multiplicado. "Al principio se podían contar con los dedos, ahora se ven cachorros por todos lados", señalaron.