LA PATRIA en la buseta de Villapilar a Maltería

La escena es recurrente día a día, entre las 5:30 a.m. y 7:30 a.m. En el trayecto entre Los Fundadores y El Bosque Popular El Prado, los pasajeros con destino a Maltería ponen hasta las dos manos para que la buseta les pare. Incluso las juntan como en rezo y adoptan posiciones teatrales. Solo con suerte abordan el siguiente vehículo, generalmente la tercera es la vencida. O bien la última y costosa opción: el taxi.

"Cuando para y uno se monta, lo tienen que llevar así esté muy llena. Así toque irse colgado de la puerta", contó Hernando Cardona, de Fátima, quien lleva 15 años madrugando con destino a su trabajo en Súper de Alimentos. Sentado a su lado, su compañero John Wílmar Arenas sonríe al contar que vive en Villa Pilar, y siempre es de los primeros en abordar. "Me toca ver cómo dejan a mucha gente que necesita llegar a sus empresas", expresó.

Los pasajeros coinciden en que la situación es estresante y se ha agravado. Los conductores se debaten entre llevar pasajeros de más, o dejar a la gente con la mano estirada con la tranquilidad de que no habrá comparendo.

"Solo llevo a cuatro o cinco personas paradas. Hay compañeros que sí se arriesgan, pero los han multado y suspendido de la empresa", comentó Henry Ramírez, conductor de la ruta de Socobuses hace cinco meses. "Los de Autolegal sí le echan gente a eso con amor", añadió. 

Álvaro Moreno, gerente de Socobuses, señaló que conoce la situación y que ha tomado medidas. "Esta es la frecuencia más nutrida que tenemos en este horario. Pasan cada dos minutos. Puede que el pasajero no alcance la primera, pero sí aborda la siguiente o máximo la tercera. Incluso hay busetas que se mandan vacías desde Villa Pilar para que empiecen en el Lans", expresó. 

Añadió que no han visto la necesidad de incrementar las frecuencias. "Esto pasa en todas las ciudades del mundo. Hemos hablado con los empresarios y creemos que se presta un buen servicio".

Por lo pronto, los pasajeros deberán madrugar más y armarse de paciencia para llegar a sus destinos. Al menos cuentan con el alivio de que sus jefes conocen la situación.