Juan Camilo, ejemplo para los conductores

CARLOS MARIO VALLEJO

Desde que iba frente al LANS al volante de la Unitrans J3222, el conductor Juan Camilo Zuluaga vio que una anciana alzaba difícilmente la mano, tratando en vano de detener alguna buseta que la llevara hasta el Hospital Infantil.

Tuvieron que pasar más de cuatro vehículos hasta que Zuluaga llegó al frente de ella. El conductor se soltó el cinturón y convocó a otro pasajero para que juntos la subieran cargada.

El gesto del hombre, de solo 24 años, dejó perplejos a pasajeros y transeúntes, tanto así que uno de ellos se conmovió con la escena y que se comunicó con este diario para resaltarla.

"Nunca llegué a sentir tanto ánimo de la gente por este simple hecho. Cuando vi a la señora pensé en mi mamá y en que  yo también querría que alguien hiciera eso por ella, llegado el caso", contó el joven conductor, quien es nuevo en el oficio.

"Llevo apenas cinco meses en el transporte público. Estuve trabajando en varios pueblos de Cesar, Bolívar y Atlántico como operario de maquinaria pesada", dijo Zuluaga.

Nacido en Manizales, el hombre se aburrió lejos de su ciudad y de su familia y gracias al puesto que consiguió en Unitrans, se devolvió. "Estaba en el lugar equivocado. Las personas de acá tenemos algo que los demás no tienen".