LA PATRIA | MANIZALES
El primer animal que tuvo Gloria González en su finca fue a Pepe, una tortuga que le regaló un compañero de su sobrino. “Se metía debajo de las camas y quería vivir detrás de uno. Alcancé a tenerlo casi un año, pero viendo que este lugar no era el indicado para él, decidí averiguar y encontré que Corpocaldas lo podía rehabilitar y regresarlo a su hábitat natural”, comenta la mujer, que a la fecha ha entregado tres animales considerados fauna silvestre.
Ella tiene una finca cerca de Palestina (Caldas) y por cosas del destino “los animales vienen a mí”, dice.
Pepe, como fue bautizada la tortuga que Gloria no sabía si era macho o hembra, hace parte de los 1038 animales que logró recuperar Corpocaldas en el 2009, a través de decomisos o entregas voluntarias. En el caso de Pepe, su dueña lo entregó en las oficinas de la entidad, y hoy en día, después de recuperarse en el en el Centro de Rehabilitación Granja Montelindo (en Santagueda), fue devuelto a su hábitat natural, en La Dorada (Caldas).
Óscar Ospina, coordinador de la recuperación y cuidado de estos animales en Corpocaldas, explica que el patrón de tener en cautiverio a los animales data de décadas anteriores, pues “los antioqueños siempre hemos tenido la costumbre de tener fauna silvestre en cautiverio, sobre todo loras y guacamayas, porque cuando el narcotráfico era tan fuerte en Colombia, tener en cautiverio ciertos animales daba estatus, queriendo imitar a los capos del país”, dice.
Agrega que las cifras de decomiso o entrega han disminuido en los últimos años porque, según él, gracias a las campañas educativas se está generando una nueva conciencia, sobre todo en los jóvenes.
Más entregas
Gloria entregó el año pasado a Flora y a Rita, dos loras que había comprado. “A Rita se la compré, por $120 mil, a un señor en Chinchiná, y a Flora a un campesino que me la ofreció. Las adquirí porque me dio pesar el estado en que las tenían”, sostiene.
Según Gloria a ambas las tuvo entre un mes y 20 días y decidió entregarlas porque sabe que una finca o una casa no son lugares adecuados para estos animales. “Invito a todas las personas que tengan estos animalitos a que los devuelvan, ellos merecen una mejor vida”.
Sobre sanciones Óscar afirma que pueden ir desde escritas, por parte de la Corporación, hasta pecuniarias de $8 millones, pues a quienes se les decomisan los animales se les multa para pagar el tratamiento de rehabilitación.
“Quienes no paguen se les inicia un proceso judicial y se puede llegar hasta el embargo. Por eso invitamos a la entrega voluntaria, que no genera ninguna sanción”, dice.
De la rehabilitación
Óscar explica que cuando en la Corporación reciben los animales primero los valoran, y dependiendo de cuál es su patología los remiten a alguno de los tres Centros de Rehabilitación. Allí se les abre una hoja de vida y se les empieza a trabajar desde lo médico y desde el comportamiento.
Agrega que si los animales pertenecen a otras zonas como la amazonía o la costa se contactan con las Corporaciones de cada región y los remiten. “No se trata de soltarlos en cualquier bosque, ellos deben vivir de donde son originarios”, concluye.
Contrastes
En el 2012 el 95 % de fauna recuperada fue por entregas voluntarias, solo el 5 % por decomiso. En el 2003 solo el 9 % fueron entregas voluntarias, mientras que el 91 % fue mediante operativos de las autoridades y de Corpocaldas.
El dato
Si usted desea entregar algún animal puede llevarlo a las oficinas de Corpocaldas, en la calle 21 número 23-22, edificio Seguros Atlas. También puede llamar al 884 14 09 y solicitar que lo recojan en su casa.
EN CIFRAS
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