A partir del próximo jueves Germán Albeiro Castaño Duque será el vicerrector de la Universidad Nacional sede Manizales. Ese día se posesionará y remplazará al también docente William Sarache Castro. El rector Ignacio Mantilla Prada lo designó para que lo acompañe hasta el 30 de abril de 2015.
Castaño Duque lleva 27 años en la institución, contando los cinco en que estudió Administración de Empresas. Fue dos veces decano de la facultad de Ciencias y luego repitió dos períodos al frente de la facultad de Administración, cuando se separó de la primera. Coordinó el foro Liderazgo por Caldas y actualmente dirige el grupo de investigación Cultura de la calidad de la educación, en categoría C de Colciencias.
- ¿Cuál será su prioridad durante el trienio?
Consolidar la excelencia académica a través de la reacreditación de los programas y acreditaciones internacionales. Potenciar los grupos de investigación hacia la ciencia y tecnología, y transferir sus conocimientos al sector productivo. Dotar los laboratorios del nuevo edificio de Ingeniería Química, renovar los equipos y construir infraestructura para la facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Matemática, Ingeniería Física y posgrados).
- ¿Cómo fortalecerá los servicios de Bienestar universitario, que es el reclamo constante de los estudiantes?
No se puede negar la dificultad financiera para Bienestar, pero no quiere decir que se vayan a reducir los servicios. Buscaremos aumentar los cupos en restaurantes, residencias y le presentaremos un proyecto a la Alcaldía de Manizales y empresas transportadoras para que manejen un pasaje diferenciado para la población estudiantil.
- ¿Qué estrategias aplicará para contrarrestar la deserción universitaria?
Con políticas de bienestar para la población con dificultades socioecómicas, además de vincularlos en monitorías, grupos de investigación y servicios de extensión que les generen ingresos. Frente a las dificultades académicas se desarrollarán estrategias pedagógicas.
- ¿Cómo garantizará el presupuesto para la sede?
Los recursos de inversión hay que respetarlos. Nuestros grupos de investigación, por ejemplo, pueden aprovechar las alianzas con otros países para dotar los laboratorios. En cuanto a los recursos de funcionamiento, que son los que llegan de la Nación, las universidades tenemos que hacer un frente común para que la nueva ley de educación superior adopte un indicador diferente al IPC que garantice lo necesario.
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