En Pequeño Corazón se escucharon latidos luchadores

MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Élkin Leandro Rivera tiene 14 meses y su historia clínica está escrita en una gruesa carpeta con reportes de operaciones, órdenes de medicamentos, radiografías y electrocardiogramas. Cada papel es fundamental para hacerle seguimiento a su corazón, que fue intervenido hace dos meses.

"Nació el 11 de noviembre del 2012 en Armenia, y los médicos notaron que tenía algo mal. Duró un mes hospitalizado y después lo remitieron a Bucaramanga para operarlo, pero dijeron que no era riesgoso y que podíamos esperar un año. El 16 de diciembre del año pasado fue la cirugía en Bogotá", contó su mamá Liliana Anduquía.

Ayer, Élkin asistió a su primer chequeo después de la operación, en la primer jornada postquirúrgica del 2014 de la Fundación Pequeño Corazón, a la que asistieron 29 niños más de Chinchiná, La Dorada, Manizales, Samaná, Supía y Villamaría.

"Hacemos seguimiento y control a los niños operados para determinar si necesitan otra cirugía,   deben cambiar de medicamentos o se les puede dar de alta", precisó Juan Carlos Díaz, director ejecutivo de la Fundación.

Chequeo
Juan Felipe Giraldo, de 12 años, ya está acostumbrado a asistir a los controles anuales, pues fue operado en el 2003. Yenny Marcela Araque aprovecha las brigadas de salud para verificar que su hijo está bien.

"El año pasado tuvo una crisis, lo llevamos a la clínica, pero no había un cardiólogo pediatra disponible, fuimos afortunados que tres días después la Fundación realizó una jornada postquirúrgica", comentó.
Agregó que no solo acuden por el chequeo, sino que también disfrutan de las actividades lúdicas y recreativas, la parte favorita de ir a la Fundación para Juan Felipe. Ayer, los 29 niños jugaron y pintaron en un salón junto a la sala de espera.

La diversión se detuvo por unos 15 minutos para cada uno, tiempo que duraba la cita con Javier Roberto Jaimes, cardiólogo pediatra de Pequeño Corazón. El médico esparcía un gel especial sobre la cicatriz de la cirugía y movía el ecocardiógrafo sobre el pecho. "Reviso su estado clínico, cómo les ha ido con la operación", explicó.

Los niños más grandes esperaban tranquilos durante el examen, observaban cómo se movía y sonaba su corazón. Es el caso de Jesús Alberto Orrego, de 13 años, que llegó desde La Dorada para el chequeo. En cambio, los bebés como Élkin eran inquietos en la camilla, mientras su mamá lo sostenía.

El director ejecutivo de la Fundación informó que de los 29 niños atendidos ayer, dos deben ser operados de nuevo, y que los demás deben regresar a chequeos cuando cumplan cuatro y ocho meses, y al año del control.

Beneficiados
Juan Carlos Díaz, director ejecutivo de la Fundación Pequeño Corazón, indicó que desde 1996 han diagnosticado 5 mil 523 niños y operado 673 de Caldas, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca.

Diagnosticados Operados
2013  324    65
2012  503    48
2011  321   42