MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

25 mil familias en Manizales están desesperadas porque pocos les han colaborado con alimentos. En confinamiento han esperado que la Alcaldía les entregue mercados, pero no llega.

Integran la cifra 250 familias del barrio González, vecino de Persia y El Campín, y en ese total hay 30 que los habitantes califican en precaria condición, viven en la parte más baja del González, a donde pocos llegan y casi nadie ve, ni siquiera la Alcaldía, sostienen.

Es gente que no ha podido salir a conseguir dinero con trabajo independiente, como lo hacían antes del encierro. El sábado no aguantaron más. Rompieron el silencio con un cacerolazo que llamaron protesta de ollas vacías.

Sin respuesta

La presidenta de la Junta de Acción Comunal de González, Diana Marcela Marín, indica que el 22 de abril enviaron derechos de petición a la Alcaldía y a la Gobernación para solicitar ayudas. Nadie les responde aún.

Cuenta que empresas privadas y sociedad civil son los que han acudido a mitigar el hambre. Colgranjas distribuyó 400 cubetas de huevos en González y barrios aledaños la primera semana de confinamiento. Lúker les colabora cada semana con 220 cuartos de chocolate, el B&R llevó mercados para unas 7 familias, un ingeniero repartió 36 mercados pequeños, y el Colectivo del Alma, campaña Yo cocino con el alma, de chefs profesionales, semanalmente reparte almuerzos.

La primera semana el Colectivo entregó en la parte baja, la más vulnerable, 60 almuerzos y sigue visitando todo el barrio. La semana pasada distribuyó 270, dice Marín.

“Por acá hay mucho adulto mayor que recibe la ayuda del Gobierno y con eso pagan arriendo. Se buscan la comida cuidando carros o en otras actividades. Como no han podido salir, no tienen qué comer”, agrega Marín.

Gente con hambre

El voluntario del Colectivo del Alma Jonathan Ballesteros manifiesta que han repartido almuerzos en los barrios González y Solferino, donde han encontrado comunidades organizadas, con personas localizadas, y cuyos líderes los han contactado porque la necesidad es mucha.

“González tiene un sector muy descuidado, el de la parte baja, que queda entre barrios que no son tan desfavorecidos y se vuelven sitios de pobreza imperceptible, no solo para el Estado sino para todo el mundo. Allí hemos encontrado hacinamiento; migrantes, sobre todo venezolanos, y madres cabeza de familia que tienen que salir a buscarse algo y los hijos quedan solos”.

El sacerdote Hugo Armando Gálvez, director del Banco de Alimentos de Manizales, entidad de la Arquidiócesis que entrega mercados a comunidades vulnerables gracias a donaciones de empresas y de personas, afirma que hay mucha gente con hambre porque no les han llevado nada.

“Estamos acostumbrados a ver una ciudad bonita y con desarrollo, y se olvida que al mismo tiempo están quedando algunos barrios muy marginados. En esta cuarentena se evidenció que hay mucha gente que vive del diario y es la que la está pasando más mal, no tiene con qué comer”.

Respuesta de la Alcaldía

De 48 mil familias priorizadas para la entrega de mercados, la Alcaldía ha distribuido 23 mil, faltan 25 mil, reconoce Paula Valencia, secretaria de Desarrollo Social de Manizales. “Es cierto que no hemos llegado a toda la ciudad, pero es falso que digan que la Alcaldía no va a repartir más ayudas. Vamos a llegar a todos. Entendemos el hambre de la gente, pero en la inversión de recursos se debe ser muy meticuloso”.

Indica que llegar a 48 mil hogares puerta a puerta no es fácil, porque no todos los barrios tienen las mismas características de acceso, porque la Administración cumple con todos los controles de bioseguridad desinfectando los productos y porque dependen de la disponibilidad de alimentos.

El mercado que están entregando es para cinco personas, y puede durar entre 15 y 20 días. Dice que por eso ha sido importante el acercamiento con otras entidades (Banco de Alimentos, Nutrir, Sagrada Familia, Lúker, Obras Sociales Betania) para que dirijan el esfuerzo a las familias más críticas. “Eso no nos despoja de responsabilidad, pero se debe saber que hay otras organizaciones que se están movilizando. Tenemos un proceso logístico que debemos respetar para atenderlos a todos”.