Educación crítica, tema de simposio de la U. Católica

El simposio Estrategias de Fortalecimiento de los Procesos Educativos desde una Perspectiva Crítica Latinoamericana, abordó la implementación de modelos educativos con sentido social.
El evento que se celebró en el auditorio Santo Domingo de Guzmán de la Universidad Católica de Manizales se centro en eliminar las barreras de comunicación entre docentes y estudiantes de Latinoamérica.

Los ponentes en la jornada afirmaron que para mejorar los procesos educativos implementados por los catedráticos en las instituciones se debe fortalecer la comunicación entre docentes y alumnos así se podrían generar lazos entre distintas comunidades.
"Las plataformas educativas para el estudio de posgrados ha ayudado a nuestros participantes a crear pensamientos más críticos, porque comparten con personas de otros países, dejan de lado las tendencias del mercado para convertirse en seres más humanos y sociales", afirmó Rigoberto Martínez, director del Centro Latinoamericano de Pensamiento Crítico (Celapec).

Por su parte, la investigadora en el campo de la educación y democracia de la Universidad Católica, Olga Lucía Fernández,  resaltó la importancia de la educación popular en los  procesos que se han realizado en Colombia con la ayuda de docentes.
"Los programas de Planeta Paz, Ondas y la Inspección pedagógica ha sido realizada por cerca de 15 mil maestros en todo el país, lo que nos permite ver que están haciendo los educadores para mejorar ese pensamiento crítico que se ha ido perdiendo por las barreras que los mismos estudiantes crean".

Demás ponentes como Herminia Yanira, directora de docencia y formación de la UCM y Néstor Iván Mejía, coordinador de la unidad Académica de Formación Humano Cristiana de la Universidad Católica coincidieron en que el ser humano debe cambiar su actitud preventiva ante los cambios de la sociedad, lo que impide una buena comunicación no solo en su entorno sino con las personas del exterior.
Según la subdirectora del Celapec, Alejandra Torres, la tecnología se convierte en una herramienta clave para estas estrategias de los procesos educativos, ya que une la formación académica de las instituciones con el pensar crítico y constructivo que se requiere en el siglo XXI.