Contraloría formula tres presuntos hallazgos en la Universidad de Caldas

El representante profesoral aprovechó esos hallazgos para cuestionar, una vez más, la gestión del actual rector, Ricado Gómez Giraldo. No obstante, esas conclusiones, dos con alcance disciplinario y otro con alcance fiscal, serán trasladados a las autoridades competentes para ser corroborados.

Los presuntos hallazgos son:

1. En 2011 la Universidad contrató a la empresa de vigilancia Seguridad Segal para prestar la vigilancia de las instalaciones. La presunta irregularidad se presentó cuando, aparte, se contrató a otra persona para que fungiera como coordinador de seguridad. "La observación obedece al desconocimiento del objeto contractual y los documentos de planificación precontractual con la consecuente vulneración de los principios de la función administrativa, especialmente el de economía. La observación tiene incidencia disciplinaria", dice el documento de la Contraloría.

2. En 2011 la Universidad arrendó las instalaciones de la editorial a un particular, propietario de Capital Graphic, por un monto mensual de $10 millones, que incluía bodegas, muebles, enseres y equipos de impresión digital. El argumento fue que el Centro ediorial de la Universidad estaba dando pérdidas, según el denunciante. El documento de la Contraloría dice que en la revisión del contrato de arrendamiento "no se evidenció un estudio previo o justificación de la contratación que de manera meridiana concluyera que financieramente resultaba negativo para la Universidad seguir con el manejo y mantenimiento del taller editorial".

3. El Consejo de Estado ordenó indemnizar a una secretaría que había estado contratada años atrás por prestación de servicios. La liquidación, sin embargo, debía darse en marzo de 2009, pero la Universidad se tardó tres meses para pagar, lo qeu generó intereses moratorios por $11 millones 681 mil 553. "La observación tiene alcance disciplinario y fiscal".