Con alcancías apoyaron un sueño

LA PATRIA | MANIZALES

Voluntarios y estudiantes de colegios recorrieron ayer las calles de Manizales, con alcancías en mano, para ayudar a la Fundación Niños de los Andes, que busca recaudar $9 millones para construir  el Sendero Mágico, que ayudará a las personas con limitaciones físicas.
La iniciativa nació de los niños de la organización, que desde el año pasado soñaron con construir ellos mismos un sendero para ayudar a los demás. En el Sendero Mágico crearán posibilidades de reintegrar seres humanos felices a la sociedad, capaces de dejar el dolor, perdonar y recordar sin resentimiento, con metas claras en sus proyectos y que se acepten como son.
Según Alberto Jaramillo, director de la Fundación en Manizales, el recaudo de la jornada de ayer se conocerá mañana cuando termine el conteo del dinero aportado. "Fue muy satisfactoria, en especial porque los niños estaban motivados y la ciudadanía participó", anotó.
El Sendero se construirá en el área ecológica protegida del bosque El Arenillo, en el Parque Adolfo Hoyos Ocampo de la Fundación. En este espacio cercado por la naturaleza hay también nacimientos de agua, y con variedad de especies de fauna y flora.
Tendrá 200 metros de extensión, la mitad de ellos destinados a la distribución de las estancias que representarán los elementos de la naturaleza y la filosofía mente, cuerpo y espíritu, Jaramillo lo define como un estímulo para los sentidos.
Entre los beneficios de esta metodología aparecen: la reducción del estrés, el soporte emocional, el equilibrio cognitivo, el aumento de la sensación de bienestar, el fortalecimiento de la autoestima y el comportamiento social y la reducción de la violencia.
Quien esté interesado en aportar puede hacerlo a las siguientes cuentas de ahorros: 059-12886621 del Banco de Colombia y 637023607 de BBVA. 

Opinan algunos donantes

Daniel Gallego, 16 años
Esta jornada es importante, permite aportar recursos a la Fundación.

Roberto Cardona, 60 años
Es loable el trabajo de los voluntarios.

Teresita Ocampo, 52 años
Las jornadas son buenas, desde que sean para el beneficio de estas personas.