DIANA LORENA GUTIÉRREZ Y ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
El hueco de 12 metros de profundidad que atormentaba a los vecinos de la calle 25, entre carreras 27 y 28, dos cuadras más abajo del templo de San Joaquín, empezará a ser intervenido después de la 57 Feria de Manizales, a mediados de este mes. Casi dos años después de que empezó el problema se realizarán las obras para solucionarlo.
Así lo informó el gerente de Aguas de Manizales, Juan David Arango, a la comunidad de ese barrio, que desde febrero de 2011 comenzó a recorrer un calvario por cuenta de unas aguas que afloraron en la vía y que llevaron a que la empresa la cerrara y excavara el terreno.
Las grietas que la excavación generó obligó a evacuar meses después 14 viviendas del sector, de las cuales 10 las comprará el Municipio como aprobó el Concejo en diciembre pasado, para demolerlas y despejar el área. Arango aclaró que no necesitan esos predios para ejecutar las obras, para las cuales se realizó una invitación pública que ganó el ingeniero Álvaro Hernando Naranjo Olaya.
$403 millones es el monto del contrato, que incluye dos cárcavas más de San Joaquín y otra de Marmato, y que financia Aguas de Manizales. Vale recordar que ya se han invertido $200 millones en estudios, uno confirmó que la causa de las cárcavas fue la filtración de aguas subterráneas por el colapso de tuberías antiguas, y otro determinó las obras definitivas. Con otro contrato, de $100 millones, repararán una vía (ver recuadro Obras en otros puntos).
El anuncio lo recibió con escepticismo Rosalba Ramírez, para quien la espera ha sido un suplicio, pues a raíz del cierre de la calle su tienda se ha visto muy afectada. "Cada rato nos dan contentillo. ¿Cuándo será que comenzamos a ver gente trabajando ahí?", comentó. Algunos vecinos expresaron que "hasta no ver, no creer".
Arango explicó que se instalará una tubería nueva de 15 metros de longitud, a seis metros de profundidad, que llevará las aguas subterráneas desde el hueco que se formó hasta una cámara que estará a 12 metros bajo la vía. Esta se conectará con la tubería antigua que sigue en buen estado, y que desemboca ladera abajo.
Al tiempo se reforzarán las paredes de contención del hueco, que se rellenará con material filtrante (grava) y donde instalarán unos drenes horizontales para captar los afluentes subterráneos.
El plazo de ejecución del contrato es de dos meses, hasta finales de febrero, pues si bien no han arrancado las obras, el contratista alista el personal y debe firmar unas actas de vecindad con los residentes del sector para dejar constancia del estado actual de los inmuebles.
* En dos cárcavas de San Joaquín (calle 28 y calle 27A, entre carreras 27 y 28) y en otra de Marmato, junto a una subestación de la Chec (carrera 28 con calle 27). Allí perforarán el terreno e inyectarán a presión una mezcla de cemento y arena para que el agua subterránea no suba a la superficie, y pierda la fuerza de erosión. Rellenarán los huecos con grava, recubiertos con un material geotextil. Instalarán unas tuberías verticales, que saldrán de la calle (como especies de chimeneas), para generar presión atmosférica dentro del terreno.
* En la calle 25A, entre carreras 27 y 28, la contratista Lucía Dussán reparará la red de alcantarillado y el pavimento.
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