Asimilar un trastorno mental en la familia es difícil para el niño

Foto | Archivo particular | LA PATRIA La psicóloga recomienda que los papás deben ser repetitivo con las manifestaciones de afecto para sus hijos. El lenguaje es muy importante.

Sábado, Noviembre 29, 2014

Al niño se le debe explicar lo que sucede en casa, pero con cautela. No permita que los conflictos familiares lo mortifiquen. Comportamiento.

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

El cambio de comportamiento de Mariana, de nueve años de edad, era notorio. En una semana la niña alegre, sociable y juguetona se convirtió en una pequeña tímida, que ya no le gustaba jugar con sus compañeros.

“Hay una tristeza inmensa en su mirada”, comentó la profesora cuando habló con la psicorientadora del plantel.

Las profesionales, al notar que la situación continuaba decidieron hablar con los papás de la niña. A la cita acudió Hernando, su papá, “porque la mamá estaba malita de salud”, dijo Mariana.

Durante la charla Hernando dijo no conocer la causa, aunque reconoció que en la casa, Mariana se mostraba distante.

Pocos días después la familia notó que la niña estaba cada vez más alejada de la mamá, parecía que le tuviera miedo, por eso en una cita que tuvo la madre con su psiquiatra comentó la situación.

Según el experto, la enfermedad de la madre, que sufre un trastorno afectivo bipolar, podría ser la causa, pues los continuos cambios de conducta hicieron que la niña no entendiera la situación.

Difícil

"Si es duro para un adulto asimilar una enfermedad mental en un miembro de la familia, es mucho más difícil para un niño", expresa la psicológa Fanny Bernal. Sin embargo, recomienda que a los niños hay que explicarles con términos sencillos y fáciles, cuál es la situación.

“Una persona tomada o bajo los efectos de un trastorno puede llegar a agredir o a gritar lo que puede generar en el niño miedo o pánico, por eso al niño se le puede explicar, pero hay que protegerlo y alejarlo de los conflictos lo que más se pueda”.

Esta situación, según la experta, también puede generar un abandono de los hijos por parte de los adultos y agrega que por estar atentos a los cambios de comportamiento de los enfermos se olvidan que los pequeños también requieren atención y cuidado.

“Cada vez estos muchachos están más expuestos a vivir una serie de situaciones de maltrato y de conflicto que les pueden generar muchas preguntas e inclusive cuestionarse sobre lo que está ocurriendo sin obtener repuesta”.

Según la psicóloga, este es el momento adecuado para explicar la situación.

Imitación

Sobre las consecuencias que puede acarrear para un niño conocer sobre un trastorno mental en un miembro de su familia, Bernal enfatiza: “Los niños tienden a imitar y si además crecen en hogar donde ven a la mamá con esos cambios de ánimo tan grandes, esto los va a desconcertar. Por eso pienso que desde esa perspectiva puede ser muy peligroso”.

Agrega que en muchos casos los adultos se meten en su duelo o en su situación y se olvidan que los pequeños están observando, recibiendo, grabando y que muchas de estas situaciones quedan en la memoria emocional y los deja con un dolor fuerte y dramático.

Sin embargo, advierte que esta afectación puede ser individual y muy particular, pues depende de los recursos que el niño hasta ha ido armando interiormente. “Hay seres humanos muy resilientes, que a pesar del dolor, fueron capaces de salir adelante y sacar todas sus potencialidades y destrezas, pero hay otros que carecen de ello”.

Bernal insiste que si no le cuida, se le protege y no se le ayuda a que verbalice su miedo o desconcierto, esta situación puede llegar a producirle alteraciones en su comportamiento. “Nosotros pensamos que el niño lo da por entendido, pero difícilmente podrá hacer una elaboración clara, que le permita salir avante de una situación de crisis como esta”, concluye.

"Adaptarse a esta situación no es fácil. Por eso los adultos que rodean al niño siempre deben estar mirando cómo van y cómo han hecho el proceso de aprendizaje con esta nueva experiencia", Fanny Bernal.