Adalberto Zuluaga y su canto de ángeles

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MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

La voz prodigiosa de Adalberto Zuluaga Ramírez es familiar para los que lo han escuchado en la radio manizaleña. De hecho, 35 años en medios de comunicación no se improvisan.

Pero lo que pocos conocen de este locutor, periodista de 58 años y tres nietos, es que es el tenor de la tierra. Un amante del bel canto que se arrepiente de no haber estudiado música para estar hoy al nivel de Carreras, Pavarotti o Kraus.

Ayer ofreció un concierto en la Catedral Basílica, con el organista Luis Enrique García, organizado por la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales para exaltar el valor cultural y artístico que la Arquidiócesis la ha aportado a la ciudad con el órgano que adquirió para este templo.

García es su mentor y amigo hace unos 20 años, y quien ha comprendido sus limitaciones como empírico, le ha dado trucos y le ha aportado conocimientos para hacer sus presentaciones.

Zuluaga empezó como locutor en La Voz de los Fundadores, pasó a Radio Sintonía a leer noticias, luego a RCN y Caracol, donde laboró durante 19 años. Tiene programas de televisión en UNE y Telecafé.

Su clasificación de voz es tenor spinto: fuerte y de tesitura amplia, puede irse a notas graves y luego a otras muy altas que apuntan al lirismo.

Su historia

- ¿Era de esperarse que una voz para radio se escuchara también en conciertos?

Cantar es un placer, eleva el espíritu y hace que la vibración que produce escuchar buena música y una buena voz permita que mucha gente tenga momentos gratos. Esos han sido los mejores pagos por hacerlo.

- ¿En la infancia o juventud exploró las capacidades de cantante?

Tenía 13 o 14 años, un sacerdote que nos daba música en Villamaría dijo que escucharía las voces de todos para calificarlas. Le pedí no hacerlo, que mejor me pusiera a rezar un Rosario. Al terminar me recordó: “El que no quería y es la mejor voz”. Empecé a darme cuenta que mi voz tenía un registro que podía servir en locución o en canto.

- ¿La primera decisión fue ser locutor o cantante?

Lo del canto no, aunque participé en concursos y la mayoría los ganaba, pero siempre fue una limitante no haber estudiado para ser medido y acompasado. Ha sido grato cantar en escenarios muy importantes en los que se ve gente a punto de llorar de la emoción, y hace también que a uno se le arrugue el alma.

Diferencia

- ¿Qué hace para tener ese manejo de voz sin ser profesional?

Uno de mis mayores deseos era dar el Do de pecho, se lo había oído a cantantes profesionales. Alguna vez vino un integrante de la ópera alemana, hicimos ejercicios y le pedí ayuda. Nos pusimos en el piano y lo dí. Le dije a Dios: si es por música, con esto puedo morir tranquilo. Es como graduarse, de forma natural, sin tanta academia, es una bendición. Casi no ensayamos, lo hacemos para las presentaciones, ahí está la diferencia con el cantante profesional.

- ¿El bel canto es un género que sigue gustando?

Es para un grupo selecto. Es muy escaso encontrar nichos que valoren esta música. Por lo menos la inquietud les queda a otros al ver a un buen tenor cantando en diferentes escenarios, eso incentiva. En Manizales hay corrientes que gustan de esto, pero no en una generación joven. Estamos saliendo de un ciclo que marca el ritmo, no prima la melodía. Luego vamos a ir refinando más el gusto musical.

En frases

* “El problema de la sociedad es la crematística económica, cuando esta escuela nos indicó que todo acto humano estaba valorado desde la ganancia, la plata, todo se llevó a ese nivel.... Entonces para qué se va a invertir en alguien en formación musical si el resultado se verá en 15 o 20 años”.

* “Espero cantar hasta que uno de mis tres nietos esté cantando un tema clásico que me fascina: O sole mio”.