El estudio contratado por Aguas de Manizales con la firma Acuaterra descarta que el tubo haya explotado y haya generado el deslizamiento. La principal conclusión es que la ladera presentaba inestabilidad desde el 2009 y que Corpocaldas sabía de las fallas que había en Cervantes, donde ocurrió un deslizamiento en novimebre del año pasado y murieron 48 personas.
Acuaterra plantea que hubo primero una falla de la ladera, asociada a un factor detonante, las lluvias intensas que se presentaron la noche anterior al deslizamiento, que superó los 64 milímetros, lo que según informó el gerente de Acuaterra, Walter Estrada Trujillo, supera los límites y puso en zona roja el lugar, que ya tenía antecedentes.
El gerente afirmó que se basaron en los tubos que la Fiscalía les entregó en abril de este año que estaban en zona de la tragedia y que concluyeron que no faltaba ninguna parte y que eran de buena calidad, por lo que lo único que pudo hacer que se desempalmara la tubería fue un movimiento de tierra.
Al preguntarle por qué los vecinos decían que desde las 5:00 de la mañana se observaba agua fluir por las calles, manifestó que a esa hora el tubo ya se había desempalmado, pero no por calidad ni mantenimiento, sino que la ladera ya había empezado a ceder.
Agregó que además de los antecedentes de la ladera, que ya presentaba grietas y fisuras en andenes y calles, dijo que analizaron las características geológicas y geomorfológicas de la zona y que determinaron que hubo un cause inferido que data desde la construcción del ferrocarril que pasaba por allí, la presencia de rellenos para la conformación de la urbanización.
Así las cosas, las dos posiciones de los dos estudios son diferentes, ya que Acuaservicios, contratado por los damnificados, afirma todo lo contrario, y es que la tubería se saturó, no aguantó la presión y explotó. En un informe publicado por LA PATRIA, se informó que Acuaservicios indicaba que si bien en la zona había rellenos y actividades de movimiento de tierras, desde 1940, las condiciones geomecánicas del suelo dieron como resultado que si no hubiese un factor externo de saturación los taludes fueran estables. Descartando las posibilidades de inestabilidad geotécnica de la ladera y la saturación por lluvias pasaron a analizar el acueducto y hallaron varios problemas.
Por ahora las demandas en contra del Municipio y de Aguas de Manizales ya están en el tribunal Contencioso Administrativo de Caldas, y hay dos hipótesis de las cuales la gente espera saber la verdad.
Espere la información detallada mañana en LA PATRIA.
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