Vanessa Sánchez
Manizales | LA PATRIA
José Mario Galán tiene 63 años y pesa 93 kilos. El médico le recomendó bajar de peso porque en las noches hacía episodios de apnea, pausas en la respiración durante el sueño, que van acompañadas al final de fuertes sonidos parecidos a los de una persona cuando se atraganta.
"Mi esposa me decía que yo no la dejaba dormir, porque roncaba muy duro. Ella se daba cuenta, pero yo no. Así cambiara de posición el problema continuaba, se me resecaba mucho la boca y las fosas nasales, pero no sabía por qué me pasaba", asegura.
En el plan que el doctor le pidió bajar, al menos, 17 kilos para minimizar los riesgos, además lo remitió a un otorrino para que evaluara si su tabique estaba desviado.
"En la cita me descubrieron que tenía una deformidad congénita en el tabique y tenía inflamación en los adenoides. El especialista también me recomendó hacer unos ejercicios con la lengua porque aparentemente se veía retraída", indica.
José Mario no logró el peso ideal, por eso acudió a cirugía hace tres años y comenta que se siente mejor. " Mi esposa intentó ponerme banditas, aplicarme un spray, incluso un aparato que parece una nariguera y eso no me sirvió. Es cuestión de consultar y recibir la asesoría oportuna".
Luis Camilo Zuluaga, especialista en otorrinonaringología asegura que una de cada cuatro personas asisten a una consulta para buscar un remedio a este problema." El ronquido es un ruido respiratorio fuerte y agudo, que ocurre durante el sueño y se produce por la vibración de la parte posterior del paladar. Roncar no es una enfermedad, pero las causas que lo producen sí. El sobrepeso, sinusitis, rinitis o incluso hipertensión arterial lo desencadenan", señala.
No obstante, hay otras causas, bien sea porque los canales de la garganta son estrechos y provocan que los tejidos laterales se toquen entre ellos o dormir boca arriba, porque facilita que la lengua se desplace hacia atrás de la boca y toque la campanilla.
"Hay dos clases de ronquidos, uno es el ocasional que es provocado por el consumo de alcohol o cansancio. El otro tipo es el recurrente, que se da en las noches y requiere en algunos casos de cirugía, implante de paladar o el uso de una placa parecida a un retenedor para evitar que la lengua se desplace hacia atrás" asevera Zuluaga.
El otorrino ofrece una serie de recomendaciones. Prácticas que puede realizar por su propia cuenta y otras con ayuda de un especialista.
1. Mantenga su peso ideal. Incluso unos kilos de más pueden provocar los ronquidos.
2. Reduzca el consumo de alcohol, especialmente antes de ir a dormir. Esto hace que el sueño sea más pesado y provoca que los músculos se relajen, lo que favorece el ronquido.
3. Procure que su última comida sea liviana y fácil de digerir.
4. Acuda a procedimientos quirúrgicos en el paladar o una septoplastia (corrección del tabique) para mejorar la respiración.
5. Use dispositivos dentales para evitar la retracción de la lengua.
6. Duerma en la posición adecuada. Acostarse de lado reduce los ronquidos y ubique la almohada entre la cabeza y el cuello, le permitirá descansar mejor.
7. Cúrese de la rinitis y las alergias, estas enfermedades provocan una inflamación de las mucosas y obstruyen las vías respiratorias.
8. Vigile que su hijo no ronque desde pequeño porque es factible que cuando sea adulto será un roncador habitual. Observe las frecuencias y revise sus síntomas.
Examen del sueño
Si sus ronquidos van acompañados de episodios de apneas obstructivas del sueño, es posible que el médico le indique una polisomnografía, prueba que registra las funciones corporales y los posibles trastornos del sueño. Además de indagar con qué frecuencia deja de respirar durante al menos 10 segundos.
Los expertos señalan que esta prueba se hace en un centro médico que tiene los equipos para monitorear el sueño, y consiste en poner electrodos en el mentón, el cuero cabelludo y en el borde externo de los párpados para medir mientras duerne la frecuencia cardíaca, la respiración, las ondas cerebrales y movimientos musculares.
Resultados
Entre 5 y 15 es apnea del sueño leve.
De 15 a 30 es apnea del sueño moderada.
Más de 30 es apnea del sueño grave.
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