AMAYA QUINCOCES RIESCO
EFE | LA PATRIA | TEL AVIV
Israel pierde a su más legendario defensor de la innovación en el país: Simón Peres, un visionario de la tecnología como herramienta para construir paz por su capacidad para traspasar fronteras y unir equipos y pueblos.
Peres es sin duda el claro artífice de la transformación en superpotencia tecnológica de este reciente y pequeño país de Oriente Medio sin recursos naturales, aislado de sus vecinos por un largo conflicto político que amenaza constantemente la integridad de sus fronteras.
De la inicial economía de explotación agraria en sus orígenes gestionada de forma colectiva y la propiedad común, el kibutz, Israel ha pasado en muy pocas décadas a convertirse en un imperio mundial del capital riesgo.
Este país con ocho millones de habitantes cuenta con el mayor número de patentes per cápita, así como de empresas emergentes por habitante del mundo, con unas 5 mil, e invierte en I+D el 4,3% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que le ha llevado a denominarse "Start Up Nation".
Ante la amenaza de un conflicto sempiterno en sus fronteras, las Fuerzas de Defensa Israelíes se fortalecieron y prosperaron instalaciones como el reactor de Dimona, que contribuyeron a la formación de una potente industria de defensa israelí, cuya tecnología se trasladó luego al mundo civil.
Como presidente (2007-2014), Peres promovió la ciencia y se volcó con las universidades para garantizarles recursos suficientes y fondos para la investigación, que han contribuido al desarrollo científico en ámbitos tan relevantes como la neurociencia, robótica o la nanotecnología.
De hecho, Israel es cuna de la primera plataforma popular de mensajería (ICQ), del primer sistema de goteo del mundo en agricultura y posteriormente del "firewall" o cortafuegos en seguridad informática.
También del "sms" o mensaje escrito por móvil, el "voice mail" para reconocimiento de voz en internet o el popular servicio de mensajería WhatsApp.
Este mismo verano, Peres colocó la primera piedra del llamado Centro Peres de la Paz y la Innovación, en las afueras de Tel Aviv, en Yafa, un bonito enclave junto al mar donde conviven judíos y árabes.
Dicho centro recibió precisamente ayer una avalancha de correos electrónicos y mensajes de gente de todo el mundo, también de árabes, con palabras de condolencia por la muerte de Peres, según informaron sus responsables.
"Peres era un apasionado de la innovación en cualquier ámbito, cultivo de tomates cherry, sistemas de riego, en todo", aseguró Yarden Leal, vicedirectora de la entidad.
"La innovación para él no era sólo aumentar ingresos y mejorar así la economía sino crear pensamiento disruptivo, creativo, pensar de forma diferente ante los problemas para resolverlos y ser optimista al pensar que puedes solucionarlos, como hacen las empresas emergentes".
"Eso era la innovación para él", continuó.
"Puede haber otra realidad aquí, en esta parte del mundo, siendo innovadores en Israel y llevando la innovación a toda la región. Eso es lo que promovía Peres", dijo por su parte Sivan Hendel, también vicedirectora del mismo centro.
Una bonita ilusión, pero la política es fundamental para alcanzar la paz, piensan sin embargo otros. Por ejemplo, Yossi Vardi, entre los mayores emprendedores del país, amigo de Peres, quien aseguró que la innovación ayuda a crear prosperidad y bienestar, pero "sólo con tecnología no se resuelven los problemas que tiene que solucionar la política".
Las declaraciones las hizo el martes en el DLD, la mayor feria tecnológica en Israel, de la que Peres era asiduo cada año, pero a la que lamentablemente no pudo asistir esta vez.
Último adiós
Israel se prepara para albergar las exequias por el difunto expresidente Simón Peres, que comenzarán hoy en la sede del Parlamento (Kneset), donde quedará expuesto su féretro, y concluirán mañana en un funeral de Estado con presencia de dignatarios internacionales.
Al menos 16 jefes de Estado y cuatro jefes de Gobierno han confirmado ya su participación en la ceremonia que tendrá lugar en el Monte Herzl de Jerusalén, el mayor cementerio militar israelí y lugar de reposo de buena parte de sus dirigentes, desde Theodor Herzl, padre del sionismo y visionario del Estado judío, hasta el asesinado primer ministro Isaac Rabin.
Peres murió ayer en la madrugada, cuando sus sistemas vitales colapsaron a raíz de un derrame cerebral que sufrió el pasado 13 de septiembre y que lo mantenía desde entonces en la unidad de cuidados intensivos en un hospital a las afueras de Tel Aviv.
Destacado
Simón Peres descansará a la izquierda del ex primer ministro nacionalista Shamir -con quien formó dos gobiernos de coalición nacional en los años ochenta del siglo XX- y a la derecha del asesinado Rabin -con quien lanzó el proceso de paz de Oslo con los palestinos en 1993 y compartió el premio Nobel de la paz. Será sepultado en el Monte Herzl de Jerusalén.
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