Efe | LA PATRIA | Quito
El asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio secuestrado en la frontera con Colombia tiene consternados a dos naciones hermanas, Colombia y Ecuador.
Luego de 18 días de incertidumbre, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, confirmó que los tres fueron asesinados y ratificó que no se dejarán amedrentar por lo que pidió unidad a Ecuador, para afrontar la situación, inédita en esta nación andina.
Tan pronto el jefe de Estado ratificó el asesinato del periodista Javier Ortega (36 años), del fotógrafo Paúl Rivas (45 años) y del conductor Efraín Segarra (60 años), los canales de televisión pusieron la imagen de un listón negro en sus transmisiones, mientras en la plaza grande, periodistas, familiares y solidarios congregados en el centro histórico de Quito gritaban "El plazo se cumplió, no hicieron nada, queremos la verdad".
Entre tanto, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tras participar en una conferencia en la reunión de empresarios de la VIII Cumbre de las Américas, que se celebra en Lima, lamentó los hechos y atribuyó el crimen a bandas organizadas dedicadas al narcotráfico y descartó que los asesinos sean las Farc.
"Colaboraremos con Ecuador en todo lo que estime necesario para perseguir y capturar a los responsables", comentó Santos, quien permanece en constante comunicación con Moreno.
Moreno anunció que se reanudaron las operaciones en la frontera con Colombia y ofreció una recompensa de 100 mil dólares por quien llamó el narcoterrorista, alias Guacho, líder del grupo responsable del asesinato, según un video en el que lo confirmaba Ortega pocos días después de ser secuestrado.
Reacciones
La delegación para los diálogos de paz del Eln atribuyó a bandas narcoparamilitares la responsabilidad del asesinato del equipo de prensa del diario ecuatoriano El Comercio y sostuvo que esas bandas son grupos dedicados al negocio del narcotráfico y no a la lucha revolucionaria, pese a que "algunos de sus integrantes hayan pertenecido en el pasado a las Farc".
El Eln, en su comunicado, mantuvo que "el origen de muchos de los problemas del narcotráfico, de los azotes del mismo para nuestras naciones (...) están en la nefasta y fracasada política antidrogas de los Estados Unidos".
Entre tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja afirmó que está dispuesto a colaborar en la recuperación de los restos mortales, tras la petición que recibió de las autoridades ecuatorianas y colombianas como de las familias y del grupo liderado por Guacho.
El jefe de Delegación del CICR en Colombia, Christoph Harnisch, insistió en llamar a todos los grupos armados para que respeten las normas humanitarias
El coronel Polivio Vinueza, jefe de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), reveló que desde que se conocieron los hechos el mismo 26 de marzo a través de una foto remitida por alias el Guacho, hasta el pasado 7 de abril, el Gobierno ecuatoriano mantuvo cinco comunicaciones con los captores.
También que las autoridades valoraron junto con la Fiscalía y la Judicatura vías para atender al requerimiento de liberar a presos del grupo armado a cambio de los secuestrados, exigencia pedida por el reportero en un video difundido por sus verdugos.
Moreno anunció una serie de medidas, entre ellas la de declarar el área fronteriza zona de seguridad, incrementar los controles militares y policiales, y realizar acciones coordinadas con Colombia en la zona de demarcación.
Walter Patricio Arizala Vernaza, alias Guacho, es un ecuatoriano que pasó en una década de ser un pequeño comerciante a convertirse en el sanguinario líder de la disidencia de las Farc.
El hombre, de quien se tienen pocos datos y se cree que cuenta 27 años, aparentemente nació en la provincia de Esmeraldas, en donde se dedicó al pequeño comercio hasta que en julio del 2007 fue reclutado por la ya desmovilizada guerrilla.
Su prontuario criminal comenzó en la columna guerrillera Daniel Aldana, con la que se movilizaba principalmente por los alrededores del río Mira, en el noroeste de Ecuador y el suroeste de Colombia.
Precisamente en esa área, que concentra buena parte de los cultivos de coca de la frontera, Guacho conoció el negocio del narcotráfico.
Esa es, a juicio del Gobierno colombiano, la principal razón por la que cuando en el 2016 se firmó el acuerdo de paz con las Farc, el cruel disidente decidió no desmovilizarse.
A él le siguieron entre 50 y 250 hombres que se unieron a su grupo.
El narcoterrorista empezó a aparecer en los radares de las autoridades colombianas en octubre del año pasado cuando fueron asesinados cinco cocaleros en zona rural de Tumaco, un hecho por el que finalmente fueron acusados dos policías antinarcóticos.
La importancia de Tumaco, considerado la joya de la corona por Guacho, radica en que tiene el segundo mayor puerto de Colombia sobre el océano Pacífico y, según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, posee 23 mil 148 hectáreas sembradas con coca, lo que supone el 16% de los cultivos del país.
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