Insiste en que la muerte de su amigo en Neira fue accidental: necropsia muestra 15 puñaladas

LA PATRIA| MANIZALES

Alias Fandiño aseguró que su compañero de trabajo lo jaló del pantalón y le pidió que lo acompañara en su agonía, minutos después de que una gigantesca roca lo tapó de la cintura hacia abajo. Dijo que vio cómo su amigo, con un elemento cortopunzante, se lesionó en el pecho, pues quería acelerar su muerte.

Esta es la versión que les entregó a las autoridades, luego del deceso de José Fernando Naranjo Zuluaga, en una mina en la vereda Pueblo Viejo, de Neira, el 14 de enero. Primero se manejó el caso como una muerte accidental, pero tras la necropsia la historia tomó otro rumbo. Fue homicidio agravado y la principal sospecha recayó sobre Fandiño, único testigo vivo del hecho. Esta semana, en audiencia, negó los cargos.

El ente acusador recordó los hechos ocurridos entre las 11:00 y 11:45 de la mañana de ese día, cerca de la quebrada Sonora, finca El Diamante, cuando hallaron muerta a la víctima, atrapada en una roca. Se observaron fracturas y algunas lesiones en el pecho del minero.

Fandiño anotó, según narración de la Fiscalía, que ese día empezaron a trabajar en la cañada a las 8:30 a.m. Una hora después, supuestamente, una piedra cayó sobre el cuerpo del hoy occiso, que le manifestó a su amigo: me morí, me morí, al tiempo que se enterraba un elemento metálico. El procesado indicó que iba a buscar ayuda, pero su amigo y socio le pidió que lo acompañara hasta el último suspiro.

En una segunda entrevista el procesado manifestó que estaba en un túnel y su amigo permanecía afuera. Luego escuchó que expresó: me maté, me maté. Salió y lo encontró con una piedra encima, al tiempo que se chuzaba el cuerpo con una platina de hierro.

"Aquí es donde se nota la importancia de la necropsia, cuyos hallazgos demuestran que el fallecido tenía heridas en cuello, tórax y piernas con objeto cortopunzante, más lesiones múltiples y aplastamiento por la caída de masa rocosa. Las últimas fueron posterior a la muerte", narró el ente acusador.

Para el acusador, Fandiño, único acompañante de la víctima, quiso mostrar esa muerte como accidental, cuando en realidad lo asesinó de 15 puñaladas y luego hizo caer la piedra encima. "Le causó sufrimientos injustificados a la víctima".

La piedra era de 5 toneladas.