El reencuentro de Korn con Colombia

COLPRENSA | LA PATRIA

Un reencuentro con sus seguidores fue el que se vivió anoche en Bogotá, cuando la banda californiana Korn se presentó por segunda vez en el país.

Desde el pasado domingo los integrantes de la agrupación llegaron a Colombia para comenzar su gira suramericana, contando con un bajista sustituto, Tye Trujillo, de tan sólo 12 años quien es hijo de Robert Trujillo, bajista de Metallica, quien se robó las miradas y los aplausos durante el show.

Tremenda responsabilidad le dieron a Tye, no solo salir de gira con una banda popular de Nu-metal, también ser el reemplazo del excelente bajista Reginald 'Fieldy' Arvizu.

Dentro del público cerca de seis mil personas, las infaltable banderas colombianas con el nombre de la agrupación en ellas, pero también se podían ver banderas de otros países como Panamá, Perú y Ecuador. Fanáticos viajaron desde allí para ver a esta banda, pues su gira latinoamericana no pasará por esos países.

Antes de la llegada al escenario del sexteto californiano, el espectáculo lo abrió Electric Sasquatch, banda caleña con una arriesgada propuesta que poco a poco se ha ido posicionando de manera sólida desde su primer disco homónimo en el 2014 y basado en parte en el mito caleño del Buziraco.

Luego llegaron los 90 minutos del esperado show en donde Jonathan Davis, con su característico pie de micro que es una figura femenina de formas alienígenas, hizo un repaso por los clásicos del 'nu metal' con citas al nuevo disco, 'The serenity of suffering'.

Korn es la potencia de su batería de doble bombo junto a las densas, pero explosivas, cortinas de sus guitarras y el poder oscuro del bajo, con las atmósferas de teclados y maquinas electrónicas. Esto hace único el estilo Korn.

No podía faltar el momento en el cual el vocalista vistió falda escocesa e interpretó con la gaita 'Shoots and ladders', en honor a su abuela escocesa.

Un show con la fuerza y la vitalidad de una banda que desde los años noventa marca el paso del Nu-metal, que ellos no han dejado que muera.