Luis Felipe Molina
LA PATRIA | Manizales
Un prejuicioso aseguraría que tres locos perdieron la cabeza ahora que viven en la mendicidad y en la amplitud de las calles de la ciudad. Pero no es así, hasta que te pasa a ti, como lo dice de forma repetida un protagonista de la obra. Bienvenidos a Ahora todo es noche.
La Zaranda llegó a Manizales con una obra llena de humor y reflexión, en una combinación genial sobre los sueños y las ilusiones y los límites que le impone el mundo a la mente para que se concreten. En sus 85 minutos de duración, con un cinismo casi calmante, esta obra desarrolla las travesías y los universos de tres mendigos, hombres caídos en diferentes desgracias y que, poco a poco, ahondan en su mayor riqueza, su imaginación, para sobrellevar los miedos y los temores de la existencia cuando se carece de dinero y afecto.
Reflexión
Los espectadores que llegaron por dos noches al Teatro Los Fundadores descubrieron que la libertad llega cuando ya no queda nada más que pedir, tal como se lo dijo un mendigo a otro, en medio de su desparpajo y que ahora no llevaba angustias porque era un ser libre.
Aunque golpeados por constantes lluvias de desgracias en diferentes momentos de sus vidas, estos tres hombres otorgaron las llaves de su ser a la imaginación para ser sus propios reyes, pilotos, doctores y todo lo que se quieran imaginar.
De tanto buscar elementos en la basura para sobrevivir explican estar inmunizados ante el riesgo. Parte de ahí la dicotomía que encierra la profunda reflexión esta obra, que se cierra prácticamente sobre el mismo espacio – universo y donde los espectadores se calzan los zapatos de tres brillantes y geniales mendigos, incapaces de hacer daño y salidos de todo arquetipo: ¿Son ricos sin dinero o unos pobres desgraciados?
“De tanto esperar un mañana me quedé sin futuro”, dijo uno de ellos que se quedó desempleado y sin familia, como si la vida lo hubiera despedido o licenciado. Es así como esta obra, que al final se convierte en una especie de cuota al Rey Lear de Shakespeare, vislumbra que la justicia poética es cuestión, quizás, de una solemne mendicidad al futuro.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015