LA PATRIA | MANIZALES
Cientos de manizaleños disfrutaron ayer del tradicional desfile de autos clásicos, antiguos y personalizados, que partió del Batallón Ayacucho por la Avenida Santander y finalizó en el Monumento a Los Colonizadores, en el barrio Chipre.
En el evento denominado Manizales sobre ruedas participaron 135 autos clásicos, 85 motocicletas y 600 moteros de los diferentes clubes de la ciudad.
El desfile reunió a los amantes y aficionados que coleccionan vehículos y motos de marcas como Ford, Volkswagen, Toyota, Renault, Willis, Volvo, Minguerra, entre otras.
Los protagonistas
Gustavo Martínez es el propietario de un Chevrolet Bellett modelo 1953. Vino de Santa Rosa de Cabal (Risaralda) y desfiló con su esposa y tres amigos. "Soy aficionado a los carros clásicos. Me apasioné por este porque cuando estaba pequeño, el médico de mi mamá lo tenía hace 60 años. Conservar la originalidad es lo más importante de un carro clásico y protegerle la pintura".
Alejandra Peláez hace tres meses compró un Volkswagen Beetle modelo 1967. Lo hizo porque considera que los carros clásicos tienen mucho valor. "Este carro me recuerda a mi abuelo, que tenía uno igual. Desde pequeña lo admiré y me gustan más los clásicos que los nuevos. Son muy buenos y potentes, este tiene 51 años y funciona perfectamente. Ojalá se animen a comprar carros clásicos".
Heriberto Martínez es dueño de una moto Suzuki Boulevard de 805 centímetros cúbicos y desde que tiene uso de razón, comentó, le gustan las motos. "Por mi edad esta es la moto que más se acomoda para andar. Recomiendo a los que se inician en esta afición que manejen con cuidado y respeten las normas de tránsito. Lo más importantes es transitar a la defensiva en las calles".
Gabriel Arango maneja un BMW modelo 1936 y su afición tiene por lo menos cinco décadas. "Lo cuido como si fuera un hijo, con mucha dedicación. El mantenimiento es muy sencillo porque se usa poco. Siempre lo saco para los desfiles. Invito a las personas que tienen un carro viejo guardado en el garaje que se animen a restaurarlos, lo pueden hacer en los talleres de Manizales".
María Teresa Henao acompaña a su esposo en una Apache de 180 centímetros cúbicos y hace tres años comenzó su pasión por las travesías en moto. "Una cuñada me invitó a Guatapé (Antioquia), ella estaba en un club, nos animamos y así empezó esta afición. Es una experiencia hermosa porque se pueden conocer nuevos lugares. Recomiendo manejar con mucho cuidado, porque los accidentes nos enseñan a ser precavidos".
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