Mano a mano y desquite

Fotos | Archivo | LA PATRIA

Morante de la Puebla regresa a Manizales para validar por qué es un artista, más que un torero. El sevillano no pudo cortar orejas el viernes pasado en le Festival Taurino. El Juli sabe cómo se torea en la ciudad. La afición lo adora, tanto por sus lances con el capote como con sus finos muletazos. Llega a defender su victoria del 2014.

El Molinero

EL PREGONERO | Manizales

El broche es de oro para clausurar esta temporada taurina que ha tenido de todo, incluso forcados portugueses y cambios de última hora en los carteles.

Julián López El Juli y José Antonio Morante de la Puebla se medirán en un Mano a mano que pondrá a la afición a apoyar a quien exponga el mejor torear. La ganadería local, que ya acompaña tradicionalmente el cierre de temporada, será también el colofón en esta edición. Los toros de Ernesto Gutiérrez regresan después de aceptables comportamientos el pasado jueves y viernes.

Antecendente

El sábado 11 de enero del 2014 se midieron este par de matadores en una plaza que estaba llena hasta las banderas. Nadie se quería perder este encuentro.

Morante de la Puebla, aquel sábado, tuvo problemas para acoplarse con los dos primeros de su lote. En su tercero y último logró exponer su tranquilidad y la amplitud de su arte. Por momentos fue genio, por otros artista y por unos tantos, un indiferente.

Parte de la afición espera ver hoy a ese Morante de la Puebla que toreó con aquel toro de nombre Astrolabio y que generó altas pasiones en los tendidos. También la expectativa está en la singular forma de entrar a matar del torero sevillano que vende miles de entradas en donde su nombre se anuncia.

Por su parte, El Juli, vino a hacer lo que mejor sabe: colorear el ruedo.

Con mando y aplicación logró tres orejas y se alzó en aquel Mano a mano del que muchos quisieron un poco más. Por eso, este encuentro servirá para que él revalide por qué juega de local cuando torea en Manizales.