Al papa hay que ayudarlo a atraer fieles

Los prelados de la Arquidiócesis de Manizales, y de las diócesis de Pereira y de La Dorada-Guaduas afirman que el estilo de Francisco ayudará a atraer fieles, pero no será suficiente. Consideran fundamental el papel que pueda cumplir la feligresía latinoamericana. Reflexiones.

LA PATRIA | MANIZALES

Si la Semana Santa es tiempo de reflexión para los fieles católicos, lo debe ser también para quienes los guían: aquellos prelados que están al frente de la Iglesia como institución y tienen como labor encauzar la fe y la tradición por los caminos contemporáneos, que parecen, por definición, desviados de Dios. La llegada del papa Francisco hace tan solo dos semanas significa una oportunidad para ello, porque sus particulares formas de mostrarse hacen pensar que se vienen algunos cambios, sin que aún esté clara la magnitud.

LA PATRIA consultó al arzobispo de Manizales y a los obispos de las diócesis de Pereira y de La Dorada-Guaduas sobre las posibilidades que se abren para la Iglesia con el nuevo pontífice, sobre todo por ser América Latina una oportunidad para que él catapulte la fe católica.

1. ¿Cree que el estilo fresco del papa Francisco garantiza el retorno o la llegada de más fieles a la Iglesia, incluso de jóvenes?

2. ¿Cómo podría el nuevo papa aprovechar a América Latina como continente de la esperanza, sabiendo que en esta parte del mundo aún hay mucho católico que no vive como tal?

3. El teólogo Hans Küng propone, entre los cambios de la Iglesia como institución, la aplicación completa de las reformas previstas en el Concilio Vaticano II (1962-1965), o incluso la convocatoria de un nuevo concilio, o de una asamblea de obispos que planteen cambios. ¿Ve eso posible con el nuevo papa?

Gonzalo Restrepo, arzobispo de Manizales

1. Sin duda que puede ayudar con los jóvenes porque es un estilo de mucha cercanía, y se dan cuenta de que la Iglesia cada vez hace más esfuerzos para acercarse a los fieles.

2. Que sea latinoamericano implica que conoce mucho nuestra idiosincrasia. Él ya dijo en sus mensajes que quiere buscar la esencia de nuestra fe. Hay que tener en cuenta que lo accesorio son las formas. Si se comparan los creyentes de Asia y África con los de América es notoria la diferencia en esas formas, pero debe prevalecer la esencia. Eso en América Latina se ha logrado en cierta medida, pero hay que trabajarlo más.

3. Creo que el papa Francisco nos hará conocer más el Concilio Vaticano II, porque como no lo conocemos bien, no lo aplicamos bien, y es necesario saber que fue un acontecimiento fundamental en la historia de la Iglesia. La verdad no creo que el papa piense en un concilio nuevo, aunque está en todo su derecho de convocarlo.

Rigoberto Corredor, Obispo de la Diócesis de Pereira

1. El Señor es el que trae los fieles con la fuerza del Espíritu Santo y la predicación. El papa es la figura emblemática, de orden mundial, que puede ser también, por gracia de Dios, una persona que atraiga. De todas formas, tenemos que ayudarle todos, porque tenemos que evangelizar: el sacerdote en su parroquia, vereda o ciudad grande. El estilo del papa es el que Dios quiere para esta época, no podemos comparar, sino que el Señor manda los pastores que la Iglesia necesita.

2. Creo que el papa convocará de una manera más fuerte a América Latina para que, en una acción pastoral intensa, revivamos la fe en nuestro continente. Tenemos una responsabilidad inmensa, espiritual y pastoral, al tener un papa de aquí, de tal manera que su liderazgo en la Iglesia universal lo debemos ver también muy bien reflejado en la Iglesia latinoamericana. Es deber del papa convocarnos y hacer que este continente se sacuda y despierte, para nosotros avanzar en el crecimiento de fe y dar un testimonio más claro al mundo, porque aunque en Europa piensan y valoran mucho la fe de América Latina, esta también hace parte del mundo, que se está descristianizando.

3. El Concilio Vaticano II tiene una fuerza propia, y lo comenzaron a aplicar Pablo VI y Juan Pablo II de una manera admirable. Tomándolo como base fundamental de la doctrina, Francisco podría, alrededor del Concilio, hacer muchas cosas que puedan renovar la Iglesia. Ahora bien, la Iglesia se puede renovar con instrumentos y reuniones, pero otro concilio, no sé. Puede ser que tengamos la necesidad de una reflexión de fondo sobre la nueva realidad, que es cambiante y hoy es otro mundo. El papa lo pensará con sus asesores, pero no es solo eso, sino la conversión de cada persona, predicar más la palabra, lo que hará cambiar el mundo.

Óscar Aníbal Salazar, obispo de la diócesis de La Dorada-Guaduas

1. La gente actual, sobre todo los jóvenes, es muy sensible a esas manifestaciones de amor, respeto, cariño y humildad, y eso servirá, pero hay otras motivaciones más profundas para que muchas personas se hayan apartado de la fe o no hayan llegado a ella. Por ejemplo, las bases doctrinales, sociológicas, de cultura, etc. Sin embargo, ayuda mucho que ese estilo del papa sea un signo de la presencia del Señor en el mundo.

2. Lo más importante ahora es hacer un trabajo de Nueva Evangelización. Primero dar a conocer al Señor, anunciar a Cristo, hacer una catequesis. Ese es un proceso muy serio con el cual hay que saberle llegar a la gente. Ahí también se incluyen todos los aspectos de religiosidad popular, pero eso no es suficiente y hay que saber ubicar a los fieles. Es un proceso largo, no es como soplar y hacer botellas. Hay que tener paciencia y organizar las comunidades. La Iglesia siempre ha tratado de evangelizar, pero estamos en un momento especial, sobre todo después del Concilio Vaticano II, y en Latinoamérica, después de las conferencias episcopales de Puebla (1979), Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007).

3. Las posibilidades están abiertas desde el Concilio Vaticano II y desde este cada papa, en su momento, ha aprovechado las circunstancias históricas, de acuerdo con su visión, para hacer eso en la medida de las posibilidades. En el Concilio hay tanta riqueza de renovación, y al tiempo cada día se van presentando nuevas circunstancias, que la Iglesia siempre necesitará de una continua renovación. Ahora hay una posibilidad, pero lo que se haga será muy distinto a la que se necesite dentro de 20 o 50 años.