Ni tan santos para vestir

FREDDY ARANGO

LA PATRIA | MANIZALES

A Gilberto Maya y Diego León Chica no les aplica el dicho de que se quedaron para vestir santos. El origen de la expresión se encuentra en la antigua costumbre de limpiar figuras religiosas, tarea que por lo general realizaban feligreses de edad avanzada y sin pareja, por lo que disponían de más tiempo libre para dedicarlo a los menesteres de vestir imágenes.

Por ello que se empezó a utilizar la expresión para indicar que alguien se iba a quedar soltero para toda la vida. Ese no es el caso del sacristán de la Catedral Basílica, que está casado. El de la parroquia de la Inmaculada sí sigue soltero.

Tanto Maya como Chica abren cada año el cuarto de sanalejo y los armarios de los templos donde laboran para alistar los santos que serán utilizados para las procesiones de Semana Santa, además de los vestidos que lucirán las figuras.

Hace nueve años Gilberto Maya trabaja en la Catedral y es el encargado de la vigilancia y los servicios generales. Antes de la Semana Mayor abre la bodega para sacar uno a uno cada santo y vestirlo.

Esa misma labor cumple Diego León Chica, pero en la Inmaculada, donde lleva 35 años trabajando, ahora con el sacerdote Sigifredo Ortiz. Ha sido su sacristán en las capillas de Filadelfia, San Joaquín, La Santísima Trinidad y ahora en La Basílica de La Inmaculada.

“Cada año se guardan las imágenes bien tapadas. No tienen precio, son de un valor incalculable tanto religioso como económico. El padre Sigrifredo años atrás las hizo retocar y las mantiene conservadas”, dice Diego León, mientras elige los vestidos que lucirán San José, la Virgen María, Jesucristo. Los colores litúrgicos se mantienen, la mayoría de prendas son moradas, rojas y blancas, porque marcan la semana de reflexión que comienza hoy.

Los santos de la Catedral Basílica son tallados en madera. Unos fueron hechos en talleres colombianos y otros, en españoles.

Desde una semana antes organizan las imágenes, restaurar si es el caso, y después acondicionarlos en las bases. Luego se visten para cada procesión.

Según el día de las procesiones, Gilberto va organizando a Jesucristo en la Cruz, el sábado la Virgen de La Soledad y el Domingo de Resurrección se utiliza a Jesús del Santo Sepulcro.

Cada año al guardar las imágenes las desvisten, las dejan con una túnica blanca a la espera del próximo año donde de nuevo las visten que vuelvan a recorrer las calles. Diego advierte que los vestidos son doblados y guardados para que no se arruguen.

En la Inmaculada las imágenes permanecen tapadas. Al quitarles una sábana blanca cobran de nuevo vida.

La Virgen de los Dolores es la más elegante. El padre Sigifredo Ortiz le mandó a confeccionar un vestido en Medellín en pana francesa, bordados de oro con pedrería y lentejuelas.

La imagen de Cristo Rey es ataviada con accesorios que lo hagan ver como un verdadero rey, asegura el párroco de Basílica de La Inmaculada.