Vicky Salazar
LA PATRIA | MANIZALES
La tranquilidad en la que ha vivido, y el amor del que ha estado rodeada son las razones que argumenta Rosa Emilia García de Ramírez para vivir 105 años.
Rosa Emilia nació el 29 de febrero de 1912 en Pensilvania. Su cumpleaños 105 se lo celebraron sus familiares el 25 de febrero con una misa, en acción de gracias, en el templo de Nuestra Señora de la Macarena del barrio La Sultana, y después se reunieron en su residencia. "Vinieron como 62 personas", dice con emoción.
Durante 53 años estuvo casada con Gabriel de Jesús Ramírez Cardona, con quien tuvo 13 hijos, de los cuales viven seis: Jaime Alonso, María Rubiela, Nubiola, Ancízar, Marina y Nubia Amparo. Hace 33 años enviudó.
Actualmente su familia la complementan 15 nietos, 22 bisnietos y 6 tataranietos, "Hasta donde yo sé", dijo.
Tuvo 14 hermanos, nueve mujeres y cinco hombres, de los que quedan ella y Soila, de 98 años.
Vive con sus hijos Nubiola, Ancízar y Nubia Amparo. María Rubiela, vive en la misma cuadra y se la pasa con ella en las tardes.
Juventud
"Yo era muy inteligente, me gustaba mucho estudiar y siempre fui la primera en la clase. En el acto público siempre me daban premio. En todo me iba bien. He sido muy buena para matemáticas", recordó.
Estudió en la Normal de Pensilvania hasta que su papá falleció y no quiso terminar el año que le faltaba para graduarse de bachiller.
A los 19 años contrajo matrimonio. Su papá la hizo casar. Él estaba muy enfermo y no quería dejarla soltera y abandonada.
Rutina
Hace 57 años Rosa Emilia vive en Manizales. Dice que ha llevado una vida sana, nunca ha fumado, y siempre se ha alimentado bien. Comidas naturales, los fríjoles, el sancocho y las típicas de la región no han faltado en su mesa. No come dulce, y se cuida el peso. Es muy puntual en su alimentación. A las 8:00 a.m. desayuna, a las 12:00 del mediodía almuerza, y a las 6:00 p.m. come. Antes de irse a la cama toma su merienda. No le gusta acostarse antes de las 7:30 u 8:00 de la noche. Entre su disciplina está caminar en la terraza de la casa, un lugar cerrado y acogedor donde hay un comedor antiguo de madera. Ella da vueltas a la mesa, descansa cada tanto, se sienta, reza un misterio del Rosario, y vuelve a caminar.
A pesar de haber perdido un poco el oído y la visión, su memoria es buena. Uno que otro bache en la conversación, hace recordar su edad. Todavía se inspira para cantar algunas de sus canciones preferidas como Los Cisnes, Mariana, Cuatro Milpas o El Limonar. Con una destreza que asombra juega a decir trabalenguas, y se sabe varios.
Amiguera
"Nunca me han faltado amigas donde quiera que estoy. A mí los vecinos me quieren, me traen flores, regalos, donde he vivido siempre han sido muy especiales. Hace 17 años vivimos en La Sultana y vivimos 40 en Fátima", recordó.
Durante su juventud se dedicó a la modistería. "Cosía ajeno, confeccionaba solo ropa de mujer. Hacía de todo, y cuando entregaba el trabajo devolvía hasta los retazos, no como ahora", afirmó entre risas.
Ella es una mujer de estatura media alta. Camina recta, sin agacharse al andar. Es vanidosa. Le gusta estar de punto en blanco, afirma que si no se pone sus vestidos nuevos para estar en la casa, cuándo los va a usar. Luce una piel tersa y cuidada, asegura que eso se lo debe a la crema Pond's. En secreto dice "Es que soy muy pinchada", y suelta una carcajada.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015