Para disfrutar del teatro no hace falta ver

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

Yordi ocultó su verdadera identidad para evitar ser discriminado y juzgado por la sociedad. Fue maltratado física y verbalmente simplemente por ser homosexual.

En Manizales, según la Secretaría de la Mujer y Género, hasta el 28 de febrero por la línea 123 han atendido 60 casos relacionados con la comunidad LGTBI. "La mayoría de reportes son por la no comprensión de sus familiares, el bullying en entidades educativas, la falta de tolerancia en el barrio y el intento de suicido por la situación en que viven", expresó Gladys Galeano, secretaria de ese despacho.

Obra

En su salida del clóset Yordi invitó a 16 personas para que conocieran su historia con la única condición de tener los ojos vendados. Esa fue la innovación de la compañía Empacho Teatro, de Córdoba (Argentina), quienes estuvieron en la sala de teatro El Escondite, la noche del viernes y del sábado, para dar a conocer esta obra a partir del oído, el tacto, el gusto y el olfato.

Los asistentes llegaron puntuales a la cita. Entre las indicaciones estaban: celulares apagados, bolsos y lentes en el mostrador de la sala. Luego, formados en dos filas y tomando distancia, se cubrieron los ojos con antifaces e ingresaron a un escenario desconocido y guidos por los personajes de la obra.

Una capa y un secador fueron los elementos que les indicó que el lugar de trabajo de Yordi era una peluquería y que, según el diálogo con su compañera, sus padres desconocían su condición sexual.

Después, otro ambiente los llevó a un gimnasio en el que no solo hicieron aeróbicos junto a él, sino que fueron testigos de cómo su compañera fue golpeada por su esposo al pensar que lo engañaba con Yordi.

Los sonidos y el olor expulsado por un aerosol hicieron pensar que no se transitaba por un lugar seguro y efectivamente fue así. "No me pegue por favor", expresaba Yordi a su agresor, esposo de su compañera, quien intensificó los golpes al saber que era gay.

Luego de la paliza, se llenó de valor y en una visita de sus padres confesó su homosexualidad. Al recibir el apoyo de ellos no dudó en salir a las calles, sumarse a una marcha por la igualdad de género y por primera vez sentirse libre.

Después de 60 minutos, las 16 personas llegaron al lugar donde comenzó todo, la entrada a la sala El Escondite, se quitaron el antifaz y conocieron a los actores de la compañía argentina, pero no el escenario en el que se desarrolló la obra Yordi.

La compañía

Empacho Teatro tiene dos directoras: María Agustina Muñoz y Brenda Rosencovich. Esta última aseguró que en el 2019 cumplen siete años como grupo y que la iniciativa surgió en la Licenciatura en Teatro cuando realizaron su tesis a partir de una obra de teatro a ciegas. "Esto nace porque tenemos una amiga en común que tiene un hijo que no puede ver. Camilo en ese momento tenía 8 años y fue la inspiración para este proyecto. Queríamos hacer un teatro distinto, que lo incluyera a él y a otras personas con discapacidad visual, así que investigamos mucho para hacer un teatro a ciegas", dijo.

En el 2014 tuvieron sala en su país natal, pero después de tres años decidieron cerrarla para recorrer el mundo con un teatro inclusivo.

"Contamos con cinco obras para adultos y dos para niños. Yordi fue estrenada en Medellín en el 2018 y la creamos viajando entre Perú y Ecuador. Tocamos temas sociales. Esta obra es fuerte porque sabemos el sufrimiento por el que pasan estas personas y queremos que a través del teatro a ciegas la gente reflexione para tener un mundo más justo", anotó Rosencovich.

Dato

La obra contó con audios de diversos medios de comunicación que informaban sobre la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. En Argentina, por ejemplo, está permitido desde el 15 de julio del 2010.