Dice la directora de El silencio de los fusiles
Gloria Luz Ángel
LA PATRIA | BOGOTÁ
Qué pasaría en Colombia si algún día se acabara la guerra con las Farc, era la pregunta que se hacía Natalia Orozco. “Ya estábamos en la cima de la crueldad y de la transgresión a nuestros principios como país, y me preguntaba qué iba a pasar cuando empezáramos a bajar de esa cima cuando se inició el proceso de paz y la oportunidad de buscar las respuestas”, dice la directora del documental El silencio de los fusiles que abrió el pasado festival de cine en Cartagena.
Otra pregunta que se hacía era “qué había al otro lado de la guerra para los civiles que siempre pensamos que las armas no era el camino y para esos seis mil u ocho mil combatientes que tendrían que comenzar a abrir los telones, a no hacer largas caminatas, ni esconderse de los bombardeos, ni disparar contra sus hermanos, ni defenderse, ni atacar”.
¿Qué fue lo más difícil al hacer el documental?
No juzgar ni justificar las acciones tanto de la guerrilla como de las fuerzas armadas porque a uno le enseñan que en la vida hay que aprender a determinar lo que es bueno y lo que es malo, pero nada es lo uno o lo otro. Eso lo aprendí visitando otros conflictos igual de dolorosos, pero en Colombia confirmé que en realidad los actores de la guerra no son ni buenos, ni malos. Hacen cosas horrorosas en algunos momentos, pero incluso pueden hacer cosas buenas y humanas en otros. Fue el reto más grande porque uno tiende a juzgar. Cómo decir que no es malo el reclutamiento de un niño u obligar a una mujer a abortar; o como hizo el ejército, desaparecer a campesinos y vestirlos de guerrilleros. Claro que es malo, pero tenía que liberarme de esa rabia e indignación para poder escuchar con serenidad las razones por las cuales dicen que lo hicieron. Ahora, no justifico los excesos de la guerrilla y los del Estado, pero si no trataba de entender por qué sucedieron, hubiera sido incapaz de hacer este documental.
¿Cómo lograr la confianza de unos y otros sin levantar sospechas?
Creo que levantaba sospechas entre los comandantes simplemente por ser mujer y una periodista. Creo que me veían como una burguesita que iba a ponerles una cámara para que ellos hicieran su mea culpa, pero lo que entendimos es que aunque seamos diferentes, tenemos cosas que nos hacen parecidos. Somos distintos en la forma de ver el mundo o de combatir la injusticia social, pero podemos ser parecidos en los sentimientos frente a esa injusticia o en algunos valores como el de la familia. Somos diferentes en ver cómo sucedieron algunos episodios, pero somos parecidos en la manera de querer a nuestros amigos, de gustarnos el fútbol… Hay unos puntos de empatía tanto con los militares, como con los funcionarios del gobierno, los comandantes guerrilleros y los combatientes, que son esos puentes de humanidad que nos permitirán que entre todos construyamos un país diferente.
Todo fue una sorpresa
¿Qué impresión tiene de los comandantes y de los negociadores del gobierno?
Me impresionó mucho Pablo Catatumbo. Pienso que él es un hombre que representa todas las contradicciones que tenemos los seres humanos. Es capaz de ser el más guerrero y, con esa misma fuerza, defender los ideales de las Farc. Fue una sorpresa conocer a Timoleón Jiménez, me imaginaba un hombre completamente distinto, me pareció muy desprevenido.
Por otro lado, me sorprendió Humberto de la Calle Lombana. Era pesimista y pensaba que cada vez eran más escasos los políticos decentes y honestos. Pensé que eran una especie en extinción y no, Humberto de la Calle es un señor decente.
Me encantó conocer a los jóvenes guerrilleros y a los poquitos jóvenes soldados con los que pude hablar, porque me sorprendió ver que ellos sí tienen los mismos sueños, los mismos anhelos. Me acuerdo cuando fui al Yarí y me encontré en el camino a los soldados celebrando la posibilidad de la paz con el mismo brillo en los ojos que había en los guerrilleros, eso fue para mí absolutamente conmovedor.
Todo para mí era como una sorpresa. El general Flórez me sorprendió por su sensibilidad e incluso fue el más emotivo. Verlo con los ojos llorosos por lo que esta guerra fue me impactó porque sé que fue quien persiguió con más fuerza y con ahínco a las Farc.
La guerra, la historia, las artes y la paz
¿Piensa que este trabajo es un documento histórico?
Creo que sería pretencioso porque dos horas es muy poquito y por eso me alegra saber que hay otros documentalistas que están trabajando el tema y lo han hecho durante mucho tiempo. Hay que visitar además los colectivos de campesinos, de cineastas locales y rurales que han trabajado de una manera maravillosa el tema del conflicto armado. Pero sí creo que es un registro con un acceso privilegiado a cómo se vivió este capítulo que sin duda marca un antes y un después en la historia de Colombia, con todas las imperfecciones y los defectos que pueda tener el acuerdo.
¿Cree que el arte en general sirve para hacer catarsis?
Estoy convencida, y es que lo ha mostrado la historia. Creo que el arte, la literatura, la poesía, el documental, el cine, son caminos para hacer catarsis, no sólo para hacer memoria, sino para que podamos enfrentar un futuro más ligero habiendo sacado todo ese dolor, toda esa rabia, toda esa frustración que nos deja, como sociedad, la guerra.
¿Cree que puede existir la paz en Colombia?
Sí, pero no creo que vaya a ser fácil ni que esté cerca. Creo que con el fin de la guerra con las Farc entramos a un estado de no guerra, sin embargo aún estamos lejos de alcanzar la paz, estamos en el camino. Nos falta ganar dos batallas que son mucho más complicadas: una, la batalla contra la corrupción y dos, contra la indiferencia. Creo que dimos un paso de mil más que tenemos que dar. Pienso que el documental histórico para Colombia en realidad va a ser en el que se pueda poner: entonces ese día fue el fin de la corrupción, y aparezcan los créditos finales. Ese sí va a ser el documental histórico para Colombia.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015