Lina Ruiz
LA PATRIA | Manizales
"Así lo exclamaba Germán Arciniegas en la revista de la Universidad de Los Andes en 1962", contó Jotamario Arbeláez, caleño y uno de los máximos exponentes del nadaísmo en el país, quien hizo parte del IV Festival de Poesía Albatros realizado el mes pasado en Manizales. Sobre este movimiento literario habló con LA PATRIA.
¿Cómo empezó el movimiento nadaísta en Colombia?
El nadaísmo había comenzado en 1958 fundado por Gonzálo Arango, un paisa que se propuso crear un movimiento más negativo en la historia de la literatura. Redactó el primer manifiesto en Cali y lo detonó en Medellín, pues esta era un ciudad mas libertina, no tenía el contraste de representar una propuesta tan desaforada contra todas las banderas, que se iba contra la academia, la religión, el trabajo, y eso era visto como una cosa blasfemia.
¿Cómo fue creciendo ese movimiento en el país?
Se recluto jóvenes de todas las poblaciones de Colombia principalmente de Cali y Medellín, que fueron los primeros focos. En 1960, dos integrantes de Medellín y dos de Cali: Gonzálo Arango, Amílcar Osorio, Elmo Valencia y yo, nos reunimos en Manizales para organizar una gira para conquistar adeptos dentro de la juventud, aquí estuvimos dictando conferencias hasta que por decreto del alcalde fuimos expulsados de la ciudad dado el escándalo que causábamos con nuestros pronunciamientos públicos. En ese momento conocimos a Humberto de la Calle, quien un jovencito que nos ayudaba, nos pegaba los afiches. Salimos hacía Pereira donde fuimos recibidos por César Gaviria.
¿Cuáles son las características del nadaísmo?
El nadaísmo se caracterizó por proponer una poesía de ruptura, de vanguardia, que no había llegado a Colombia, pero no se limitaba únicamente al culto de la poesía sino también de reclamo por la injusticias sociales, nos abrieron puertas en varios medios de comunicación. Fuimos abriéndole paso hacía la modernidad en el país.
¿Cómo vio la aceptación del público en el Festival Albatros de poesía? ¿cree que la gente ha generado mayor interés por el género?
La receptividad fue muy buena, quedé muy satisfecho del público y su afecto por la poesía. Tanto Manizales como Cali en los años 60 y 70 tuvieron un auge maravilloso, no solo de expresión literaria sino artística en general, que ha ido decayendo, pero veo con gran satisfacción que en Cali está volviendo a tomar una gran dimensión cultural y lo mismo está sucediendo en Manizales, vamos a poner todo el apoyo para que eso continúe.
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