Colegas de la carpintería

Martha Elena Monroy

LA PATRIA | Manizales

José fue un carpintero humilde escogido por Dios para que fuera el padre de su hijo en la tierra, y también para que fuera el esposo de la Virgen María. Ahora es un Santo, digno de la Navidad. Aceptó educar con amor infinito, al hijo del espíritu Santo.

César Augusto Murillo tiene 40 años, fue sargento II del Ejército de Colombia por ocho años. Como consecuencia de un problema disciplinario tuvo que dejar la labor, que disfrutaba. Lamentó haber perdido el poder que tenía sobre los soldados a su cargo, pues dice que su ego de militar era muy alto.

Ahora es carpintero. Siente orgullo de su nuevo trabajo, porque en el taller, en medio del aserrín de la madera, las lijas y los cepillos aprendió la humildad y la bondad. Del Santo solo sabe que es el padre de Jesús y entre risas dice que no aceptaría en su esposa un hijo de otro hombre, que eso se lo deja a San José porque él de eso no tiene.  

El diácono transitorio Leonardo García H, de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario Chiquinquirá, explica San José para los cristianos fue un hombre escogido por Dios, para ser el padre adoptivo de Jesús. Es ejemplo de pobreza, castidad y obediencia. Es modelo para los padres de familia, quienes con fe y trabajo educan a sus hijos con amor, humildad y buenas costumbres. Es un excelente intercesor ante Dios y patrono de la buena muerte.