Argentina y su gran estadio del libro en Corferias (Bogotá)

COLPRENSA | LA PATRIA BOGOTÁ

Desde cualquier punto de la plaza principal de Corferias se puede identificar el pabellón de Argentina, país invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Una gran camiseta albiceleste le da la bienvenida a los miles de visitantes de la Filbo para que puedan ingresar a su mundo literario, en el cual se entremezclan la pasión del fútbol, el sabor del tango y la diversidad de sus paisajes.

Los espectadores ingresan por un túnel blanco e inflable, de esos que se utilizan en los estadios del mundo para llegar directamente a un campo de fútbol, con el sonido de los cantos característicos de quizás la mítica La Bombonera o el famoso Monumental, dos de los estadios más famosos de la historia mundial y que hacen parte de la larga tradición futbolera porteña.

Aún costado está un centro de transmisión del canal de fútbol Win Sports, porque el fútbol es uno de sus principales actores, más, a menos de dos meses del inicio del Mundial de Fútbol Rusia 2018.

‘La literatura argentina salta a la cancha’ se lee a un costado de este campo de fútbol, mientras que al otro, se pueden observar algunos de los paisajes más hermosos del Cono Sur. Allí, gracias a la tecnología 360 grados, los espectadores pueden recorrer los glaciales, los bellos lugares de la Patagonia, la elegante Bariloche o la parte argentina de las imponentes Cataratas de Iguazú.

Es solo el inicio del recorrido por la cultura gaucha, con un espacio, otra cancha, donde la gente, en especial los más pequeños pueden jugar un partido de fútbol, mientras los demás esperan con un café, se presenta cierta atmósfera a los cafetines de Buenos Aires, entre medialunas y alfajores, donde solían encontrarse los grandes escritores e intelectuales de la primera parte del siglo XX.  

Las caricaturas tienen un espacio especial con una especie de museo, en donde se encuentran algunos de sus más grandes exponentes, en especial, el fallecido Roberto ‘El Negro’ Fontanarrosa, con sus personajes como Boogie El Aceitoso y Inodoro Pereyra, junto a su extensa colección de cuentos y sus novelas.

Como siempre, el pabellón del país invitado cuenta con una librería, que en este caso es un homenaje a la Ateneo Grand Splendid, que se encuentra en el centro de Buenos Aires, en las instalaciones del teatro Gran Splendid, inaugurado en 1919, y que fue el epicentro del teatro en la primera mitad del siglo XX. De ahí, que es considerada una de las librerías más bellas del mundo.

Una programación especial 

Desde el miércoles pasado se inició la programación del Pabellón Argentina, con la participación de autores como Eduardo Sacheri, Luciano Wernicke, Sergio Olguín, Andrés Neuman y Diego Golombek.

Sacheri es de los más esperados, él es uno de los promotores de la lectura dentro del Ministerio de Educación de Argentina que le han convertido en un referente literario entre los ciudadanos de su país al margen de su afición al fútbol, traducido en sus primeros relatos y su participación en el guion de la película ‘Metegol’.

La cuota periodística de este grupo la pone Luciano Wernicke, quien ha centrado su carrera en relatos futbolísticos gracias a su capacidad de descubrir detalles extraños y curiosos de un campo de juego. A través de diferentes anécdotas en la historia del balompié que han llamado su atención, ha confesado en varias ocasiones que la principal motivación que ha tenido para centrarse en el fútbol como temática de sus historias ha sido la diversión y la curiosidad que le generan sus diferentes escenarios.

El lado rebelde viene con Sergio Olguín. Con una destacada trayectoria en la que ha fundado revistas culturales como ‘V de Vian’ en 1990 y en la que ha colaborado con medios como La Nación y El País de Montevideo. Asimismo, su incursión en novelas juveniles y literatura para adultos, entre ellas, ‘Cómo cocinar un plato volador’ y ‘La fragilidad de los cuerpos’, han afianzado su versatilidad.

Además, Andrés Neuman, que ha ganado notoriedad entre los escritores asistentes a la FILBo. Neuman, ha forjado gran reputación como poeta, narrador breve y novelista, faceta en la que logró su mejor trabajo hasta la fecha con ‘El viajero del siglo’, obra que le otorgó el Premio Alfaguara de Novela en 2009.

Finalmente, Diego Golombek, quien no solo ha mostrado gran interés en la educación de los jóvenes y en desarrollar desde la ciencia habilidades útiles para la vida, sino que también abarca una gran multiplicidad de temas en su vasta carrera que incluye títulos como ‘El nuevo cocinero científico: cuando la ciencia se mete en la cocina’, ‘Sexo, drogas y biología (y un poco de rock and roll)’ y ‘Cerebro: últimas noticias’, buscando así que niños y jóvenes fomenten su pensamiento crítico, creatividad, igualdad de oportunidades y desarrollo personal.