Juan Martín Hoyos condecoró mucho y contrató poco

FELIPE MOTOA FRANCO
LA PATRIA | MANIZALES

El exgobernador designado de Caldas, Juan Martín Hoyos Villegas, ocupó 68 días el puesto de mando en el Palacio Amarillo. Entre el 28 de junio y el 3 de septiembre del presente año, impuso el récord (media) de una condecoración cada dos días.

Fueron 32 personas y una institución las que recibieron distinciones oficiales. Cinco de estas las entregó a servidores de la fuerza pública y una fue otorgada en el municipio de Pensilvania, a un centro educativo. Las restantes 27 se adjudicaron a civiles destacados en campos diversos.

La oficina de protocolo de la Gobernación explica que todas las condecoraciones son autorizadas por  el gobernador en función y se oficializan con decretos. Así mismo, señala que las entidades públicas o privadas, tanto como las personas naturales, pueden autopostularse para el reconocimiento de sus logros.

En contraste con las cifras de reconocimientos entregados por la reciente administración, en el mandato de Mario Aristizabal (tres años y 10 meses en el poder) se premió a 353 personas, para una media de una condecoración cada cuatro días. Guido Echeverry adjudicó 152 distinciones en un año, cinco meses y 26 días, por lo que marcó la media de una distinción cada tres días y medio.

"Me parece un exabrupto, aterrador, que un encargado, que ni siquiera fue elegido por la gente, se atreva a otorgar condecoraciones. Esos reconocimientos son para exaltar a personas notables, pero las cifras hacen pensar que hoy se exalta a cualquiera", expresa Claudia López, investigadora y analista política.

Guillermo Calvo, coordinador del programa de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Manizales, amplía la visión: "Tal vez consideraba importante resaltar a algunas personas y lo hizo. Pero hay que recordar que gobernó en medio de una campaña electoral, por lo que cabría hacer un estudio para saber si las condecoraciones impactaron en una dirección política".

Ante los cuestionamientos, Juan Martín Hoyos dice: "Creo que todas eran merecidas y no tuvieron tinte político".

Contratos y convenios

La ley de garantías electorales restringe la contratación para prestación de servicios a los entes gubernamentales; también prohíbe la celebración de convenios interadministrativos, en la modalidad de contratación directa para la ejecución de recursos públicos. Esto quiere garantizar que no se utilice dinero del erario público para hacer proselitismo político. Bajo esta norma, por las elecciones atípicas para gobernador de Caldas, funcionó el mandato de Hoyos Villegas.

Sí tuvo permitido, en cambio, contratar por licitación pública, selección abreviada o concurso de méritos. En ese contexto, fueron 3.028 millones de pesos los que sumaron los contratos  de las distintas secretarías. El de mayor costo fue signado por el despacho de educación y su monto ascendió a 890 millones de pesos: se hizo para la construcción de obras en la tercera etapa del instituto educativo Renán Barco (La Dorada). El de menor cuantía estuvo en Planeación y fue por 694 mil pesos (infográfico).

Como referente se puede mencionar que Caldas tiene, para inversión en el 2013, un presupuesto de 319 mil millones de pesos, cifra casi 100 veces superior al costo de todos los contratos de la  gobernación Hoyos, los cuales apenas representan el 1,22% de ese presupuesto.

La actividad contractual se limitó por la ley de garantías, pero otros elementos podrían influir en ese bajo nivel: "los encargados se cuidan mucho de no jugársela con demasiados contratos. Además, influye el poco tiempo que ejerció el mando y la incertidumbre de las elecciones que llegaban", considera López. Y añade que esa cifra, con seguridad, tiene un alto costo de oportunidad para Caldas.

Luis Fernando Mejía, gerente de la Corporación Cívica de Caldas, piensa que es lógica la baja ejecución presupuestal, toda vez que Hoyos era un encargado y el departamento está acogido a la ley 550 o de quiebras. Aparte de eso: "ha habido una fuerte presión ciudadana para que el manejo de los recursos sea muy cuidadoso". 

El exgobernador manifiesta: "Hicimos lo humanamente posible y hasta conseguimos 100 mil millones de pesos en regalías, que quedaron en el banco. No son de libre inversión, pero ayudan".

En lo concerniente a convenios, interadministrativos o por asociación, el capital implicado sumó 899 millones de pesos, pero no todo ese dinero corresponde a las arcas del departamento, pues las otras entidades con quienes se celebran los convenios contribuyen con una parte de este.

Sanciones disciplinarias

A Juan Martín Hoyos le correspondió oficializar dos sanciones disciplinarias emitidas por la Procuraduría General de la Nación. Los cobijados con estas decisiones fueron Luis Gonzaga Correa, exalcalde de Neira (2008-2011), y Jahír de Jesús Álvarez, exalcalde de Belalcázar (2008-2011).

Ambos incurrieron en faltas graves, el primero por violar la ley de cuotas que dispone el 30% de cargos directivos municipales para mujeres, y el segundo, por uso indebido de recursos, al hacer dos  contratos separados para el pago de un mismo conjunto de obras. A Correa lo suspendieron por 15 días en el ejercicio del cargo y a Álvarez por un mes. Como ninguno de los dos ocupa esas alcaldías en la actualidad, deben pagar multas correspondientes al tiempo de suspensión.

En la Gobernación, una funcionaria de servicios generales fue castigada con seis meses de suspensión e inhabilidad por falta gravísima, en actuaciones que realizó en el 2012 y que implicaron desacato de órdenes y abandono del puesto de trabajo.

Encargos, acreditaciones y una fecha destacada

Siete veces delegó el exgobernador Hoyos sus labores, en seis funcionarios distintos, todos  secretarios de despacho. Solo Tomás Felipe Mora, exsecretario jurídico, estuvo a cargo dos veces, el 9 y el 15 de agosto. Las otras cinco sucedieron los días 6, 16, 23, 29 de julio y 6 de agosto. Ninguno estuvo más de tres días encargado, cubriendo la ausencia del jefe que se hallaba fuera de la capital.

En el departamento se han posesionado cinco gobernadores en menos de dos años, y a estos se suman los funcionarios que tuvieron encargos por días, con lo que la cifra ronda la veintena. "Tantos encargos son traumáticos. No se debe usar esta figura como una vitrina para muchos, pues se genera improvisación. Debe ser uno, o máximo dos funcionarios, que conozca todo el andamiaje, quien asuma esas delegaciones, y no seis distintos en poco más de dos meses", censura el gerente de la Corporación Cívica.

Fue en uno de esos encargos que se gestó el rifirrafe entre el gerente de Inficaldas, Marcelo Mejía, y Tomás Mora, gobernador encargado, cuando este último nombró como gerente ad hoc al director financiero del Infi, Francisco Londoño, con el fin de que profiriera la resolución para que José Alcíbar Ospina, el secretario general, despachara como gerente de esa entidad.

La discusión se gestó porque Mejía no quería irse a vacaciones, las cuales fueron impuestas desde la Gobernación. El gerente interpuso varios recursos legales, pero al fin tuvo que tomar la licencia.

Frente a las críticas, Hoyos Villegas sostiene: "Tuve que moverme mucho al Valle para resolver asuntos de la Licorera. También fui mucho a Bogotá a reunirme con Planeación, para gestionar recursos". 
En cuanto a los municipios, nueve consiguieron, por resolución, acreditarse por el cumplimiento de  políticas y normas técnicas, científicas y administrativas expedidas por el ministerio de la Protección Social; son estos: Manzanares, Pácora, Filadelfia, Aguadas, Anserma, Pensilvania, La Dorada, Belalcázar y Manizales.

Un dato resaltable fue la declaración del 15 de junio como fecha conmemorativa oficial de la creación de Caldas.

Distinciones para todos

La orden Alejandro Gutiérrez tiene cinco categorías y nombres, según el logro de quien la recibe; así fue impuesto este reconocimientos por Hoyos Villegas: Mérito deportivo, 3; Aquilino Villegas (economía, industria y periodismo), 4; Francisco José de Caldas (educación), 2; Gran Cruz del Orden (administración pública y notables de alto rango), 4. Otras 20 personas obtuvieron el Escudo de Caldas, categoría Gran Escudo (méritos cívicos y de alta representación pública).