Bloque oriental, ¿la carta tapada de las Farc?

Faraón y Armagedón son dos términos que difícilmente olvidarán los integrantes del Bloque Oriental de las Farc. Son los nombres de las operaciones militares que, en menos de una semana, le produjeron casi 70 bajas en marzo pasado a esa estructura, considerada la más dura del grupo insurgente.

Después de ambos golpes, infligidos por la Fuerza Aérea y las Fuerzas de Tarea Quirón y Omega, el Bloque pareció hundirse en la espesura de la selva para curar sus heridas. Sin embargo, ha vuelto a sonar con ocasión de los diálogos en La Habana, con una proyección que preocupa.

Tiene 24 frentes y un pie de fuerza aproximado a los 4 mil hombres, que tienen la orden de delinquir en Cundinamarca, Boyacá, Arauca, Casanare, Meta, Vaupés, Vichada, Guainía y Guaviare. Se considera que ese grupo es la clave para que las Farc se mantengan vigentes en su lucha armada.

Pese a las bajas sigue siendo el bloque más beligerante, caracterizado por estar bajo las órdenes de los guerrilleros con mayor experiencia y de la denominada línea dura.

Versiones extraoficiales señalan que hoy su comandante es Henry Castellanos, alias Romaña, discípulo adelantado del abatido Mono Jojoy. Incluso el grupo se acuñó el nombre real del extinto jefe de esa misma estructura: Bloque Comandante Jorge Briceño.

Quedaría como facción

José Marulanda, consultor en seguridad y defensa, considera que las Farc van a ponerse de acuerdo para, paralelamente a la firma de un acuerdo de paz con el Gobierno en La Habana, mantener un grupo armado que siga con las acciones: “a ese grupo ellos lo denominarían facción o disidencia. Y el más adecuado para hacerlo es el Bloque Oriental, porque es el que lleva ahora la primera línea de combate de las Farc”.

Describe que los combatientes que tiene están en su gran mayoría cuidando cultivos de coca, ayudando con rutas de narcotráfico que salen por el Pacífico, además de mantener en contubernio permanente con bandas de narcotraficantes.

El analista indica que las Farc sí están dispuestas a firmar un acuerdo de paz, “pero con alguna argucia, así sea desacralizando a los de su propia organización, van a decir que hay un grupo que no aceptó, que sigue en la lucha, y esos 24 frentes del Bloque Oriental se van a declarar en rebelión y van a ser las Farc tradicionales”.

Asegura que van a seguir con su guerra de guerrillas y, por supuesto, con el narcotráfico, “que les está aportando gran parte del presupuesto que utilizan para darle al Partido Comunista Clandestino (PCC) y para mover masas”.

“El factor clave son los ingentes recursos económicos que están percibiendo y que les permiten mantener el pie de fuerza (vestir y alimentar a sus guerrilleros cuesta mucho dinero), el dominio poblacional e imponer un sistema económico fluido, sin control, de gran tamaño que alimenta todo el organismo de las Farc”, explica Marulanda, quien agrega: “Los que están en La Habana son conscientes de que ellos tienen que adelantar una campaña política que les va a costar mucho, porque la gente en Colombia no los quiere. Pero les interesa mantener también un frente armado en caso de que la situación se vea muy complicada y tengan que declarar un cese de los diálogos de paz”.

Su hipótesis es que esa misma estructura los puede apoyar y acoger. “El Estado Mayor del Bloque Oriental es el más fuerte de las Farc en este momento. El resto están bastante minados y deteriorados por la acción de la Fuerza Pública y por las deserciones continuas”.

El panorama

Marulanda asegura que el 40 por ciento de los productos del narcotráfico de las Farc sale por el suroccidente del país y por la frontera con Ecuador. “En la frontera entre los estados ecuatorianos de Sucumbíos y Carchi, y los departamentos colombianos de Putumayo y Nariño es donde están más activas las Farc y por donde están sacando más cocaína”.

En cuanto a armamento, asegura que no poseen uno de gran envergadura. “Siguen con el tradicional. Ni siquiera tienen misiles ni nada con lo que puedan tratar de desequilibrar la superioridad militar estratégica del Estado, que es la superioridad aérea. Ellos siguen con su armamento básico. No hay nada ahí que indique que escalaron en capacidad de armamento”.

Además, como las Farc han estado en esa región tradicionalmente, los campesinos y los habitantes de allí desconocen otra autoridad. “Así esté el Estado ahí, los campesinos acatan lo que digan las Farc porque llevan años en esa región. Ese dominio es poblacional, y la guerrilla lo refuerza con actos terroristas y ejecuciones que generan miedo”.

“Son muy ingenuos los que crean que las Farc van a entregar las armas y se van a acoger a la democracia. Entre otras cosas, porque el Estado no tiene mucho qué ofrecerles a comparación de lo que tienen ahora. De modo que esto es una estrategia pensada desde hace rato y lo estamos viendo en funcionamiento”, advierte Marulanda.

Según el analista, las Farc tradicionales ya pasaron a la historia. “Ahora tenemos un nuevo enemigo militar que amenaza al Estado colombiano: una combinación de gente de las Farc, con ideología desueta, anacrónica; miembros de las bacrim, en donde hay gente de las Auc y de derecha, y narcotraficantes puros. Ese es el perfil del nuevo frente que tiene que confrontar el Estado, al que solo le queda arreciar su ofensiva militar si quiere someter en realidad a los cabecillas de las compañías y frentes beligerantes del latente Bloque Oriental".

El dato

El próximo miércoles se reanudan los diálogos de paz entre Gobierno y las Farc en La Habana (Cuba), tras varias jornadas de descanso. Discuten el tema agrario.