Un estudiante manizaleño en México y uno mexicano en Manizales cuentan cómo vivieron el terremoto

Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA | Manizales

Hace dos meses Julio Serrato Sabogal, estudiante de Ingeniería Ambiental en la U. Católica de Manizales, salió para México para realizar su práctica en la U. Nacional Autónoma de México (UNAM).

En esa misma época Édgar, del estado de Puebla (México) viajó a Manizales para estudiar Gestión Cultural en la U. Nacional. A los dos los cogió el terremoto del martes pasado lejos de sus hogares.

Ellos relataron los momentos que vivieron durante el fenómeno natural que devastó de nuevo a la capital azteca, como el ocurrido en la misma fecha, pero en 1985.

Manizaleño en México

Julio Serrato Sabogal:

"Me encontraba en el laboratorio donde trabajo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). De un momento a otro el piso se empezó a mover y activaron las alarmas de la U.

Vi como se movían edificios de cinco pisos de altura, los árboles también se sacudían. Escuchaba la caída de objetos. Era un movimiento trepidatorio, cuando estaba en el punto de encuentro empezó el movimiento oscilatorio.

Por fortuna dentro de la Ciudad Universitaria, donde adelanto mi práctica, no colapsaron edificios. Sin embargo, las sedes de las facultades de Odontología y Medicina sufrieron afectaciones.

Fueron momentos muy duros, en esos instantes, estábamos muy asustados, para aquellos que tenían sus familiares en el centro de la ciudad, donde se encuentran las edificaciones más viejas. Y donde el suelo no es suficientemente compacto para aguantar es donde más se siente. Donde yo estaba es un suelo volcánico, roca pedregal, no permite tanto movimiento.

La comunicación con mi familia fue difícil porque en ese momento la señal de teléfono era nula. Cuando volvió la señal la congestión era muy grande y no permitía salida de llamadas. Luego de mucho insistir me pude comunicar con mi hermana en Bogotá e informar que me encontraba bien".

Mexicano en Manizales

Édgar Erick Zayas:

"Mi familia vive en Puebla, esa es mi ciudad. Me enteré del terremoto después de 10 minutos de ocurrido. Me avisó Kevin, otro mexicano que estudia aquí en Manizales y que hace 15 días pasó momentos angustiosos porque su familia es de Chiapas, epicentro de otro terremoto.

Estábamos en un apartado cerca de la U. de Caldas con otros compañeros de México. Fue un momento desesperante. Ulises, Heriberto y Sabrina, los otros mexicanos, también empezaron a llamar a preguntar por sus seres queridos.

Kevin me dijo: 'acabó de templar en Ciudad de México, Morelos y Puebla'. Sus seres queridos lo llamaron a contarle. De inmediato, me conecté a internet y a los tres minutos me respondió mi familia. Me contaron que estaban bien.

Todos los días y muy seguido me estoy conectando para saber cómo van las cosas allá. Por ejemplo, me dijeron que en la primera noche, luego del terremoto, mucha gente durmió fuera de las edificaciones por miedo a las réplicas.

Hay mucha destrucción. En todo momento las autoridades están comunicando lo que la comunidad debe hacer. Por fortuna, como siempre, la gente se organizó y están ayudando a sacar los escombros.

Las familias de todos están bien, viven lejos de las zonas más afectadas. Me siento triste al ver las imágenes que muestra mi ciudad con edificaciones destruidas, eso es muy impactante.