Martha recolecta café, libros y lectores

Albeiro Rudas

LA PATRIA | Anserma

Este corto relato de amor por los libros trascurre a orillas del río Risaralda, justo en la vereda El Rosario, donde desembocan las laderas de Anserma, municipio del Bajo Occidente de Caldas. La protagonista es Martha Lucía Marín, quien comparte con la comunidad su enamoramiento por la lectura.  

El año pasado ella era la encargada de un jardín infantil. Sin embargo, el lugar lo cerraron porque en la zona bajó el número de niños. Ella decidió convertir el salón en una biblioteca comunitaria.

La señora recorre, sobre todo en las mañanas, los cafetales a los que les arranca los granos rojos. Y en las tardes recibe a los pequeños lectores, aprovecha para promocionar la biblioteca y solicitar más textos.

Juan Esteban es un niño de la vereda Los Encuentros. Estudia en la escuela de El Rosario. Los lunes, martes y miércoles sale del centro educativo y camina 20 minutos para una cita que lo tiene feliz: el encuentro con los libros de Martha.

El alumno comenta: “Voy de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. Lo bueno es que allí llegan otros niños, leemos cuentos y jugamos en un patio muy grande”.

Ilustración

Ella, destacada como madre comunitaria, ve en la lectura el camino a la ilustración. “Son libros viejos, pero igual aportan al conocimiento en los niños y también en los adultos de la vereda”, comenta.

Poco a poco el salón de lo que fue la guardería se llena de textos. “Ya tengo cerca de mil libros que han donado ciudadanos, y hasta un colegio de Medellín. También nos donaron sillas y estantería”.

Gran parte de las publicaciones las consiguieron en una marcha del libro, efectuada en la cabecera municipal de Anserma. Por estos días preparan la segunda marcha. La biblioteca, dice Martha, se llamará Matilde Rivera, en homenaje a la fundadora de la escuela.

Por computador

El anhelo de Martha Lucía Marín es que la biblioteca que abrió en la vereda El Rosario tenga por lo menos un computador. Por eso, dejó disponible el celular 3207090377 para los interesados en apoyar la biblioteca. Las instalaciones fueron construidas por Energía Risaralda, empresa que administra la Microcentral Hidroeléctrica Morro Azul que se construye varios kilómetros más abajo.

Juan Esteban Marín.