Derrumbes obligan a colegio de Samaná a estudiar en puesto de salud

Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA | Manizales

Cuidado, señores; cuidado, autoridades; cuidado, Caldas. La vereda Los Pomos, escondida entre selvas y ríos, como la mayoría de las de 167 de Samaná, vive bajo riesgo por deslizamientos de tierra. Lo dice a gritos la comunidad. Lo corroboran Corpocaldas y la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo y lo saben la Alcaldía y la Gobernación.

En una cadena de amenazas naturales a los 40 estudiantes de bachillerato, cuya sede pertenece a la Institución Educativa Dulcenombre, los evacuaron del colegio, localizado en la base de una pared de tierra cultivada en aguacate, café y naranja.

Corpocaldas

"La zona históricamente ya ha presentado algunos procesos de inestabilidad, los cuales se hacen evidentes por las cicatrices antiguas que se observan en la ladera".

Surgió como propuesta reubicar a los alumnos en la capilla, pero esta también tiene de vecino el peligro: un talud que al ceder, como ya ha ocurrido, afecta su costado izquierdo.

Finalmente, tocó llevarlos al abandonado puesto de salud en un alto, a un costado de la vía en las afueras del caserío. La ladera en el ascenso para llegar al sitio, abierto en 1980, exhibe una herida de lo que fue un deslizamiento.

Un estudiante

Juan Diego Morales, de grado 11

"La verdad es que sufrimos hacinamiento, no hay buenas aulas, esperamos soluciones rápidas para poder estudiar cómodos".

Además, de la erosión, el puesto de salud es un laberinto estrecho con tejas de eternit rotas, baños averiados, puertas sueltas, y donde el calor del mediodía y de la tarde saca despavoridos a los estudiantes en un poblado en el que la temperatura promedio es de 25 grados.

La primera alerta la dieron el año pasado. Como consecuencia de las lluvias del primer semestre surgieron deslizamientos que pegaron contra la pared, separada metro y medio de la montaña. La tierra también avisó en el lado derecho del plantel, hasta el punto que desalojaron dos puntos de ventas de dulces.

La profesora

Carolina Grisales

"A mitad del 2017 evacuamos, nos trajeron unas carpas temporales, se las llevaron y volvimos al colegio. Y hace un mes nos fuimos otra vez, por la notificación de Corpocaldas y la Gobernación. En el puesto de salud el aprendizaje no es lo mismo, estamos muy juntos, las condiciones sanitarias son malas y está muy mal ubicado".

La comunidad busca salidas. Utilizar el puesto de salud nuevo: podría ser. Arrendar una casa o un local: otra opción. Que en la otra sede, bachillerato estudie en la mañana y primaria en la tarde: aún no cala en la gente. Y construir un nuevo colegio: la más anhelada.

La rectora

Luz Dary Ruiz

"La Gobernación nos habla de un aula móvil para instalar en la cancha, pero es el único centro recreativo. Alquilar es difícil, igual vamos a indagar. La otra es construir un aula encima de primaria en una plancha, nos dicen que aún no hay presupuesto para eso".

El secretario de Educación departamental, Fabio Hernando Arias, y la rectora solicitaron una visita urgente al lugar. La Unidad Departamental de la Gestión del Riesgo (Udeger) acató la petición.

Una conclusión de la Unidad es que los deslizamientos y agrietamientos en el terreno, ocurridos en temporadas de fuertes lluvias, configuran Riesgo Alto por procesos erosivos y movimientos de remoción en masa.

La alcaldesa

Gloria Inés Ortiz

"Se hizo una visita por parte de Planeación municipal. Con el diagnóstico se evidencia que es más fácil una nueva estructura. En ese caso requerimos del apoyo de la Gobernación. Estamos a la espera de unos recursos por desahorro en el Fonpet. Los Pomos es una prioridad, entonces si no llega esa plata tendremos que hacer otras gestiones".

En la tarde del viernes pasado, la Secretaría de Educación de Caldas estuvo en el sitio. Sócrates Correa escuchó los requerimientos de la comunidad. Alumnos, padres, docentes y directivos expusieron la necesidad, que se puede resumir en palabras como grietas, inestabilidad, derrumbe, riesgo, reubicación, incomodidad, ayuda...

La Gobernación

Fabio Arias, secretario de Educación departamental

"La Gobernación cofinancia peso a peso a los alcaldes que aporten para infraestructura educativa . Entre tanto, buscaremos si es necesario instalar aulas temporales para garantizar la prestación del servicio educativo".

Una madre

Aydali Montoya, madre de cuatro estudiantes

"Necesitamos colaboración, sin colegio los estudiantes están comiendo en un andén, eso no es decente. Hay alternativas que podrían resolver esto". Y resume con la frase: "Que no se olviden de nosotros".