Auditorio en Anserma sigue deteriorado por dentro y por fuera

ALBEIRO RUDAS

LA PATRIA | MANIZALES

“El gran orgullo del colegio de Occidente es su auditorio”, escuchó decir Juan José Ramírez a su padre y abuelo. El estudiante de grado séptimo del plantel de Anserma cuenta que la satisfacción y el sentido de pertenencia se respiraban en el aire cuando el auditorio era ocupado para una izada de bandera, una velada cultural o un concierto.

“Tristemente esos tiempos cambiaron. Solo quedan fotos de ellos. Hoy veo cómo se deteriora, convirtiéndose en un depósito de sillas. Debería estar lleno de ilusión, logros educativos, cultura y alegría”, lamentó el alumno, refiriéndose al estado de abandono en que permanece desde hace ocho años, a raíz de unas fallas estructurales.

Actualmente lo único que se ven allí son mesas apiladas encima de la tarima, cubiertas de polvo al igual que la silletería. “Impensable que nuestra institución no tenga un escenario digno para recibir a sus invitados. No cabe en la cabeza que una hermosa obra arquitectónica sea la casa de visitantes como insectos y roedores”, agrega Juan José.

No arranca

Promesas y promesas incumplidas. En eso se resumen las fechas fijadas para reparar el auditorio y así han pasado ocho años. Actualmente, la Gobernación destinó un dinero para la obra. “Hicimos un aporte de $100 millones de recursos propios. La reparación es por contrapartida. Estamos pendientes de cuánto pondrá el Municipio para llevarla a cabo”, indicó Jesús Antonio Valencia, encargado de infraestructura de la Secretaría de Educación departamental.

Por su parte, el alcalde de Anserma, Jennie de Jesús Betancur, mencionó: “Actualmente estamos en el proceso de contratación. La intervención es un hecho. En 20 días comienza”.

Sin embargo, no es suficiente solo con la renovación estructural, pues también se requiere intervenir el terreno del auditorio que se ha hundido progresivamente, a raíz de las lluvias. Esto correrá por cuenta de Corpocaldas, cuyo subdirector de infraestructura ambiental, John Jairo Chisco, mencionó: “Está por firmarse un convenio con la Alcaldía del municipio para intervenir el talud inferior. Estamos atentos a eso”.

Juan José sueña con graduarse en el auditorio y confía que para esa fecha pueda escuchar allí las notas del himno de su colegio. “Pido a gritos que sus visitantes sean de carne y hueso y nunca más de hierro retorcido. Pido a todos un deseo de corazón: que nuestro auditorio vuelva a ser como antes, un escenario amado, colorido y mágico”, suplica.