Alumnos tallan con el corazón en el colegio de Arauca (Caldas)

Julián García

LA PATRIA | PALESTINA

El aula-taller Corazón de madera del colegio Monseñor Alfonso de los Ríos, del corregimiento de Arauca (Palestina), abre sus puertas al conocimiento todos los días a las 7:00 de la mañana. Los del grado 10 son los primeros en recibir formación de manualidades.

Estiven Valencia toma en sus manos un pirograbador (aparato para grabar dibujos sobre madera). Quería poner Claudia, nombre de su madre. “Todo lo que hago se lo regalo a ella, acá me dan nociones para crear mi proyecto de emprendimiento, aprendí a trabajar el vitralismo y a tallar en madera, guadua y en Mdf”, cuenta.

Las clases de manualidades las dicta el profesor John Jairo Santana, arquitecto de la Universidad Nacional sede Manizales, quien lleva 12 años en la docencia. Comenta: “Este proceso de aprendizaje empezó hace una década, de la mano del rector Francisco Javier Llano. Lo primero que hicimos fueron unos trabajos en guadua y usábamos herramientas rudimentarias. Al principio todo fue un caos, me tocaba supervisar unos 400 trabajos mensuales”.

Aprendiendo

El Monseñor articuló la Cátedra de Artesanías con el plan académico de estudios, en dos líneas de aprendizaje: los grados de 8 a 10 ven proyectos dirigidos como son el vitralismo, las tallas en madera y Mdf. En los 11 son los proyectos supervisados y enfocados en generar ideas de negocios productivos.

El profesor Jhon Jairo dice: “En estos días me encontré a uno de mis exalumnos y me contó que había montado una fábrica de cocinas integrales, esto me reconfortó mucho”.

Reconoció que varias habilidades las adquirió consultando internet y en el Sena. Hasta el año pasado estuvo el programa de formación de Escuela para el Emprendimiento, ofertado por el Banco BBVA.

Agilidad

El estudiante Johan Eduardo Giraldo llevó a clase un trozo de guadua que encontró tirado en la orilla de la carretera que comunica con el municipio de Risaralda. “En anteriores trabajos hice unos triciclos y unos barcos en guadua”.

Jáider Andrés Tapasco sacrificó la media hora de descanso, para quedarse dibujando un dinosaurio. “Quiero ser ingeniero y estudio los fines de semana un preicfes, en Manizales".

En el salón están expuestos aviones, carros, carretas y otros objetos de guadua.

De la tierra al cielo

Corazón de madera funcionó hasta hace 20 días en un pequeño salón del colegio antiguo, ubicado por los lados de la carrilera, a orillas del río Cauca.

Con la inauguración del nuevo colegio, en la parte alta, acondicionaron un aula.

La punta del pirograbador está al rojo vivo y la madera humea a medida que Estiven y sus compañeros escriben frases. Las artesanías que hacen las venden en la feria local al final del año. Hace dos años expusieron en el Mercado Persa de la Feria de Manizales.

Por detrás del salón principal adecuaron un pequeño taller donde procesan la guadua y la madera. Son 400 los estudiantes de 8 a 11 que aprenden en Corazón de madera.

Ágiles

Juliana Arango

En otras instituciones no enseñan esta clase de artesanías, a los alumnos les ponen un trozo de guadua y no saben qué hacer con él, nosotros sí.

Diego Castañeda

Hemos llevado un proceso muy hermoso en todos estos años, aprendí a cogerle amor al arte, a manipular las máquinas y los materiales.

Liseth Trujillo

Aprendí a trabajar la guadua, hice barcos, aviones, en noveno elaboré una carretilla, me encariñé con la materia.

Estefanía Molina

Estoy trabajando unas alcancías en Mdf, un proyecto de venta y comercialización.