23 sonrisas y una escuela nueva

RUBÉN DARÍO LÓPEZ

LA APTRIA | PENSILVANIA

Después de cinco años de espera, la escuela Santa Teresa es una realidad en Pensilvania. Está ubicada a 30 kilómetros de la cabecera municipal, por una trocha carreteable. Estudian niños desde primero de primaria hasta noveno.

Hasta hace dos semanas a los 23 alumnos de la institución les tocaba estudiar repartidos entre el antiguo puesto de salud y una bodega pagada por el municipio.

La antigua sede tuvo que ser evacuada debido a un derrumbe que se llevó un aula y al talud inestable que amenaza con caer. "A Dios gracias que ese derrumbe ocurrió en unas vacaciones. Donde sea en momentos de estudio, hubiera sido una tragedia", manifestó Henry Molano, rector de la Institución Educativa Guacas, a la que está adscrita la nueva escuela.

Nueva sede

Las instalaciones requirieron una inversión de $100 millones, que fueron aportados entre la Alcaldía y la Gobernación de Caldas, por partes iguales. “Cumplimos con el anhelo y la necesidad de los habitantes de este sector, y lo más importante, que los niños tengan un lugar seguro y cómodo", dijo el alcalde, Jesús Iván Ospina, durante el acto de inauguración, al que asistieron 150 personas. El párroco Jorge Alberto Vélez bendijo la nueva escuela y celebró una misa en el corredor.

Las nuevas instalaciones cuentan con una cancha de fútbol, dos aulas de clase, sala de sistemas, comedor, restaurante escolar, baños, tanque de almacenamiento, dos pozos sépticos e instalaciones eléctricas. Sin embargo, el rector manifestó que los pisos quedaron mal terminados, el techo presenta goteras y los baños tienen filtraciones. En este sentido el alcalde manifestó que adelanta gestiones para que el contratista solucione estos detalles.

Queda faltando la construcción de una habitación para los profesores en un lote aledaño y la adecuación de un terreno para las prácticas agropecuarias.

Los estudiantes también podrán sembrar productos de pancoger, apoyados por el Comité de Cafeteros, que les brinda abono, pollos, cerdos y semillas.

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Satisfechos

Antonio Ospina, campesino de Santa Teresa

Con mucho gusto doné el terreno para esta nueva escuela, porque era el lugar más adecuado en todo este sector. Hace años también doné el lote para la cancha de fútbol y el terreno para que los niños cultiven.

Javier Alonso García, profesor

Las autoridades están demostrando su compromiso con la educación. Es agradable ver esta comunidad reunida y colaborando. Se abrió una nueva oportunidad para los niños de estas veredas.

Laura Jimena Quiceno, estudiante de octavo

Vamos labrando un buen futuro. Estábamos muy incómodos y hago un llamado a las familias y a los niños para que aprovechen esta oportunidad.

Aristóbulo Cardona, campesino

Quedó muy buena. Tenemos niños que llegan aquí caminando hasta una hora desde su casa para poder educarse y por eso este esfuerzo vale la pena y hay que aprovechar la escuela.

Luz Edith Ospina, líder comunal

Por fin obtuvimos este logro tan importante para esta parte del municipio. En esta construcción se usó mano de obra no calificada de la región y esto nos trajo beneficios.