Una evaluación para mejorar

Cuando se ocupan cargos públicos, los cuales deben tener como fundamento principal el servicio a las comunidades, hay que estar abiertos a la crítica y a que una gestión sea calificada. Si se es un servidor público hay que pensar en su esencia que debe ser dar lo mejor de cada uno para que los problemas que afectan a todos encuentren las mejores soluciones de manera eficiente. Cuando eso ocurre, la comunidad no solo califica bien a los funcionarios sino que se muestra dispuesta a seguir depositando su confianza en esas personas que desde lo público expresan profesionalismo, transparencia y eficiencia.

Cada año LA PATRIA consulta a los líderes de los gremios de la ciudad y a un número representativo de periodistas de Manizales, quienes tienen contacto frecuente con los secretarios de las administraciones municipal y departamental, así como con el alcalde y el gobernador, con el objetivo de obtener una percepción global acerca de la gestión desarrollada en las distintas dependencias. Dicho informe, con el que se evaluó todo el 2016, dejó como resultado que algunos funcionarios son vistos como protagonistas de mejores gestiones que otros, y que varios necesitan ponerle más determinación a sus ejecutorias.

En términos generales, dichas calificaciones que son resultado de promediar los datos entregados por gremios y medios, y en algunos casos, como en la calificación del gobernador, por varios alcaldes, deben servir de referente para hacer ajustes y tratar de avanzar positivamente. Cada una de las calificaciones debe ser vista como la ratificación de que las cosas se están haciendo bien o que es necesario reflexionar frente a las posibles fallas que se están cometiendo, y tomar las decisiones que la comunidad está esperando.

En este orden de ideas, en el caso de la Alcaldía de Manizales, hay que destacar lo que viene haciéndose desde la Unidad de Gestión del Riesgo, las secretarías de Educación, de Gobierno, del Deporte, desde Aguas de Manizales y la Oficina de Prensa, entre otras dependencias, sin querer esto decir que no haya aún posibilidades de avanzar más. Por el contrario, también hay que hacer un fuerte llamado a que los líderes de las secretaría de Salud y de Tránsito, la Empresa de Renovación Urbana (Erum), People Contact y Assbasalud, reaccionen y se orienten hacia la mejora. Los demás, que pasan raspando, también deben reflexionar acerca del desarrollo de sus gestiones y cómo elevar los niveles de aceptación entre los evaluadores.

En lo referente a la Gobernación de Caldas, es destacable el resultado logrado por los líderes de las secretarías de Educación, Planeación, Infraestructura, la gerencia de la Industria Licorera, la jefatura de la Unidad de Gestión del Riesgo y hasta de la Unidad de Prensa, pero las demás gerencias y secretarías tienen en esta evaluación un llamado a fijar estrategias que les ayude a mejorar, sobre todo en lo que tiene que ver con las secretarías de Vivienda, de Gobierno y General. La calificación, sin duda, pudo ser mejor, pero la suspensión del gobernador titular, Guido Echeverri, influyó en los resultados finales, aunque también hay que reconocer que el propio Echeverri sale mejor calificado que el gobernador encargado, Ricardo Gómez.

Si tomamos en cuenta que ha transcurrido apenas un año de los cuatro para los que fueron elegidos los actuales mandatarios, y confiando en que en Caldas no se tengan que realizar nuevas elecciones para Gobernación, hay mucho tiempo por delante para que las áreas peor calificadas encuentren las fórmulas para lograr que los líderes de los gremios y de los medios de comunicación tengan una mejor percepción de sus gestiones. Dicha percepción no debe ser muy diferente de la que tenga la comunidad, en general. Hacia el futuro hay, pues, muchas oportunidades de mejora.