Una ciudad para estudiar

Los datos de percepción ciudadana del 2012 al 2015 y el Índice de Progreso Social (IPS) del 2016 sirvieron para determinar que Manizales es la mejor de nueve capitales colombianas que hacen parte de la Red de Ciudades Cómo Vamos en las condiciones que se les ofrecen a los estudiantes de la educación superior en Colombia. Le siguen en el escalafón Bucaramanga, Medellín, Cali, Bogotá, Pereira, Ibagué, Cúcuta y Cartagena.
Se analizaron los indicadores correspondientes al ambiente universitario, el costo de vida, la calidad de vida, la empleabilidad de los egresados y la calidad de las universidades, donde a las dos últimas se les dio un mayor peso en la evaluación. El resultado es el Índice de Ciudades Universitarias (ICU), donde la capital caldense obtuvo 63,04 puntos, Bucaramanga 62,64 y Medellín 60,44 puntos. Nuestra ciudad le toma una ventaja de cerca de 10 puntos a la capital de la República, que se quedó en los 53,88 puntos. El análisis lo hizo la Universidad del Norte y la Red Cómo Vamos, con el apoyo del Social Progress Imperative, y la financiación de la Fundación Lúker.
Estos resultados llaman mucho la atención, debido a la buena ubicación (73) que alcanzó Bogotá en el ranking QS Best Student Cities 2017, entre las 100 mejores ciudades del mundo para cursar la educación superior. Es la tercera de América Latina después de Buenos Aires y Ciudad de México. La medición, realizada por la firma inglesa Quacquarelli Symonds (QS), dejó en el primer lugar del mundo a Montreal (Canadá), ciudad caracterizada por el nivel académico de las universidades, la calidad de vida, la comodidad del centro urbano, la oferta cultural, los bulevares, la industria creativa y la cultural del café.
Todo esto nos permite afirmar que el proyecto Manizales Campus Universitario está bien enfocado y que tiene elementos clave para posicionar a nuestra capital en el ámbito nacional e internacional universitario. Además, en Manizales contamos no solo con varias de las características que ponen a Montreal en el primer lugar del mundo, sino que también goza de niveles aceptables de seguridad, atractivos turísticos en sus alrededores, riqueza ambiental y diversos aspectos que la configuran cada vez más como una verdadera ciudad universitaria.
En el Sistema Universitario de Manizales (Suma) hay que seguir trabajando para abordar asuntos que podrían hacer mucho más atractiva la ciudad para los estudiantes, como un transporte público con tarifas diferenciales, óptimos servicios de alimentación y vivienda, interconexión de bibliotecas, más oferta deportiva y programas de formación complementaria, entre otros servicios que les favorezcan de manera directa. Adicionalmente, profundizar mucho más las relaciones con universidades de todo el mundo para trabajar en conjunto en investigación e intercambios de experiencias puede impactar favorablemente y llevarnos a tener una mayor visibilidad nacional e internacional como ciudad universitaria.

Es fundamental que las universidades sigan trabajando de la mano con la Administración Municipal y organizaciones que se enfoquen en los temas educativos como la Fundación Lúker, para que la ciudad se fortalezca cada vez más como el mejor lugar para estudiar en Colombia y que se logre ese reconocimiento internacional que puede ser el motor para nuevos desarrollos en ese sentido. Tal vez sea el momento para generar aún más sinergias con las empresas y, en general, con todo el sector privado para que las labores investigativas y las plazas de empleo tengan una mayor sintonía y nos convirtamos en ejemplo de un círculo virtuoso que genere desarrollo a partir del conocimiento.