Tres cartas para Palestina

En elecciones atípicas que se realizarán mañana, el municipio de Palestina (Caldas) elegirá el alcalde que gobernará durante tres años y dos meses, para completar el periodo que no pudo concluir Mauricio Jaramillo, destituido por haberse presentado a las elecciones el año pasado pese a estar inhabilitado. Como se dice popularmente la suerte ya está echada y solo falta que los palestinenses salgan a depositar sus votos en 32 mesas en los cuatro lugares habilitados por la Registraduría Nacional del Estado Civil. Hay 14.755 personas que pueden sufragar.
Quienes aspiran a gobernar a Palestina son Beatriz Elena Gil, inscrita por la Alianza Social Independiente y con el apoyo del Partido Liberal, el Centro Democrático y el sector del Partido de la U del representante Hernán Penagos; Germán Meza Henao, inscrito por el Partido de la U sector del senador Mauricio Lizcano, e Iván García Cuartas, del partido Cambio Radical. Durante la corta campaña han surgido denuncias desde las tres campañas acerca de propaganda negra o de participación de funcionarios para favorecer a los aspirantes. Los organismos de control y las autoridades electorales deben estar muy atentas para que todo transcurra en calma, y que el resultado sea transparente.
Acerca de los puntos esenciales que Palentina necesita, lo que pase con el Aeropuerto del Café tiene mucho qué ver con el futuro del municipio, y al alcalde elegido le corresponderá participar activamente en las decisiones alrededor de esa vital iniciativa para el desarrollo de Caldas. En materia de vías Palestina tiene dificultades, y el nuevo mandatario tendrá que enfocar un alto porcentaje de su gestión a conseguir recursos que ayuden a mejorar las vías urbanas y las carreteras veredales. Si este municipio quiere ser protagonista del turismo de la mano de los potenciales del Paisaje Cultural Cafetero tiene que avanzar en una infraestructura enfocada al buen servicio al visitante.
Entre los temas más complejos está la situación de salud, debido al cierre que hace unos años tuvo que hacerse del hospital debido a su inviabilidad financiera, razón por la cual hoy la atención es responsabilidad del Hospital San Marcos, de Chinchiná. Muchos ciudadanos se manifiestan inconformes con esto, pero se requerirían cuantiosos recursos para tener de nuevo hospital; no parece buena idea meterse en tal proyecto, y tal vez lo que deba gestionarse es un buen centro de salud en el casco urbano en el que nazcan los bebés. Adicionalmente, la atención de la drogadicción en los jóvenes y la lucha contra las bandas dedicadas al microtráfico tienen que estar en la agenda.
La educación también debe recibir un tratamiento especial, mejorando las instalaciones y dotación de los colegios con herramientas TIC, y trabajando a fondo para elevar la calidad comenzando por asegurar el transporte a los niños que viven lejos, así como el restaurante escolar. Ampliar la jornada única y fortalecer los programas de bilingüismo deben ser prioridades. La mejora de las coberturas de internet a todo lo largo y ancho del municipio es fundamental.
También debe darse un apoyo decidido a los campesinos para ayudar a que sus productos sean comercializados a precios competitivos, pero a la vez favorables para los cultivadores. Para ello, se deben impulsar programas que acompañen a los agricultores en estrategias fitosanitarias y de productividad. Otro punto vital es la generación de empleo.

Para el corregimiento de Arauca se necesitan decisiones relacionadas con el funcionamiento del puesto de salud y de nuevas zonas de recreación para niños y jóvenes. Y para la vereda Santágueda, que cada vez está más poblada, resulta clave hacer realidad el proyecto de acueducto y alcantarillado para la zona, así como la posibilidad de un puesto de salud.