Lo público debe ser transparente

Un buen gobierno debe tener entre sus prioridades que los ciudadanos conozcan en detalle cómo se invierten los impuestos que pagan. Además de atender las necesidades de las comunidades y tratar de enfocarse en programas y obras que estén dirigidos a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, una preocupación fundamental tiene que ser que todo el proceso se ejecute con transparencia, de la cual depende la credibilidad que tenga de la administración pública y la solidez que pueda alcanzar una democracia. Hay que partir de la premisa de que lo malo no es contratar, pues no hay otra forma de hacer obras; lo malo es contratar sin seguir las normas.

Como una contribución a que nuestros gobernantes inserten en sus actuaciones la cultura de la transparencia, como una norma de comportamiento que les ayude a ser mejores en sus tareas, la Corporación Cívica de Caldas (CCC) y LA PATRIA presentaron el pasado domingo su primer informe sobre la Contratación Pública, en el que se evidencia la forma en que las alcaldías de Caldas, la gobernación de Caldas y algunas de las más importantes empresas oficiales están adjudicando sus presupuestos de contratación, y en el que se advierte que la contratación directa es el tipo de esquema más utilizado en la mayoría de los casos analizados.

Hay que anotar, como se dejó claro en el informe publicado en este diario el pasado domingo, que $5 mil millones del total de la contratación del Municipio de Manizales, registrados en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) el 7 de enero de este año, corresponde a un crédito con el BBVA, firmado el 30 de diciembre del 2015 por el exalcalde Jorge Eduardo Rojas. También hay que tener en cuenta que al hacer comparaciones con los niveles de contratación de años anteriores, el Observatorio fue cuidadoso de hacerlo tomando en cuenta las cifras de una misma entidad territorial, sin mezclarlas con datos de otras entidades, para dar una mayor solidez al estudio.

Hoy es claro que, de los $110 mil millones contratados por los entes territoriales de Caldas entre enero y marzo pasados, solo el 2,63% se hizo por licitación. La directora de Transparencia por Colombia, Elizabeth Ungar, lo dice con claridad: "Que se busque el quite a la contratación con formalidades, constituye riesgos de corrupción y desdice del espíritu de la norma". Si los gobernantes no quieren que se les señale por alguna actuación que pueda presumirse equivocada en el manejo del erario, deben ser exigentes con el manejo estricto de la contratación.

Preocupa que en este primer informe se hayan encontrado entidades como Empocaldas, que no ha ingresado al Secop la información sobre sus contratos, algo que va en contravía de la transparencia que debe ser fundamental en el Estado. Hacemos, además, la invitación a los funcionarios responsables de esta tarea a ponerse al día y actuar con eficiencia en la divulgación oportuna de esta información, útil para que los ciudadanos confíen en lo público. Informes como este les ayuda a los mandatarios a tener un panorama de lo que ocurre en todas las dependencias que lidera, y emprender procesos focalizados que corrijan lo que se hace mal.

La Corporación Cívica de Caldas y LA PATRIA seguirán desarrollando con periodicidad esta tarea de observar lo que ocurre con la contratación pública en el departamento. Las cuentas claras tienen que ser una prioridad no solo para los gobernantes sino para los ciudadanos, por lo que todos debemos ingresar a una cultura en la que lo público sea realmente público. Esa es la única manera de vencer el grave problema de corrupción que tenemos en Colombia, y en el cual infortunadamente ocupamos un lugar deshonroso al compararnos con el resto del mundo.