Líos de Cafesalud no dan espera

El nuevo fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ha sido enfático al afirmar que no habrá impunidad en el caso de las posibles irregularidades y delitos que se cometieron en la antigua Saludcoop y en la actual Cafesalud, los cuales habrían significado, según la Contraloría General de la República, un descalabro de casi $1,4 billones. Que eso no se quede en el olvido es la esperanza de cerca de 6 millones de colombianos afiliados a esa EPS, quienes ven cada día cómo se deterioran los servicios y cómo muchas clínicas y hospitales les cierran las puertas, debido a las deudas exageradas que esa empresa tiene con los distintos actores del sistema.
Como si fuera poco, se conoció recientemente que varias posibles falsedades cometidas en el caso de Saludcoop ya prescribieron, lo que dificultará las investigaciones y el juzgamiento de tales conductas, pese a la promesa del Fiscal de que toda conducta de desviación de recursos que deberían ser invertidos en la salud de los colombianos y que, presumiblemente, fueron a parar a bolsillos de particulares, recibirán el castigo que merecen.
Lo cierto es que pese a que desde hace varios años se conoce que en esta y en otras EPS se montaron mafias que se dedicaban a realizar recobros ficticios al Fosyga, y de esa manera se robaron la plata de la salud, la administración del anterior fiscal general Eduardo Montealegre no hizo nada para esclarecer los hechos. Con razón se ha dicho que los intereses del exfuncionario, quien fue asesor jurídico de Saludcoop con millonarios contratos, pesaron más que el clamor y drama de tantos colombianos afiliados a esa entidad que han sufrido las consecuencias del deterioro en los servicios.
Ojalá que las nuevas evidencias de posibles delitos cometidos por directivos de Saludcoop y sus repercusiones en Cafesalud, entregados recientemente a la Fiscalía por el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud, logren sustentar procesos que terminen con la condena de los responsables. Hay que tener presente que cada día llegan a esta última entidad 296 reclamos en promedio de los usuarios, debido a los graves problemas en la atención que allí se tienen, sobre todo en relación con las citas con especialistas y la entrega de medicamentos.
Hace unas semanas Cafesalud le presentó a la Superintendencia un plan de mejoramiento de la atención, el cual también implicó que dejara de atender 593 municipios en todo el país, entre ellos siete de Caldas. En ese plan los directivos de la empresa se comprometen a una atención inmediata de casos con riesgo de vida, la entrega de medicamentos y la normalización de la red de prestación de servicios. Ojalá que así sea, porque de no cumplirse habría que tomar decisiones más radicales.
Ya son demasiadas las dificultades que les toca afrontar a todos los pacientes, incluidos los del régimen contributivo, como para seguir tolerando más deterioro en los servicios de esta entidad. A los del régimen subsidiado, para los que se han buscado diversas soluciones, les ha tocado ir de una EPS a otra bajo el supuesto de ir a recibir mejores servicios, pero se han encontrado con problemas mayúsculos que parecen no encontrar remedio.

Los líos que actualmente tiene Cafesalud, tanto de los descalabros financieros que heredó de Saludcoop, como de las limitaciones para los usuarios por el deterioro de su red tienen que ser resueltos con prontitud, no dan ninguna espera. De poco sirve que se hable de universalizar los servicios o de ampliar el POS o de avanzar en la equidad entre los pacientes del contributivo y el subsidiado, si la gente se siente justamente inconforme por el pésimo servicio que recibe.