Se conoció esta semana la negativa del Ministerio de Minas y Energía de conceder la licencia de exploración y explotación a una firma que pretendía hacerlo en la vereda Gallinazo, en el municipio de Villamaría, con lo que deja por fuera toda posibilidad de que se afecte la zona. La comunidad se había movilizado en este sector turístico y agrícola de la región para rechazar la minería, pues no solo se afectarían las posibilidades ecoturísticas, sino, aun más grave, los afluentes que alimentan varios acueductos, y esta preocupación fue validada por Corpocaldas, que advirtió que esta explotación era imposible.
Seguramente ahora vendrán los recursos legales a que tienen derecho los promotores de la explotación, que intentarán obtener la licencia, así sea por vía judicial. No obstante, esperamos que prime la razón y se imponga el derecho público a disfrutar de un ambiente sano y al medioambiente. Cada vez queda más claro que la minería no puede ejercerse de cualquier manera y en cualquier lugar, no.
Desde este mismo espacio hemos defendido la minería empresarial como una mejor forma de explotación. También hemos pedido que se trabaje en lograr que la minería artesanal pueda cumplir con los mínimos exigidos desde los puntos de vista legal, ambiental y de salubridad para competir. Nos parece que los recursos naturales son un importante insumo que tiene un país como el nuestro y que debe aprovecharlos de la mejor manera. Esto no implica que entonces se pueda hacer sin respeto por los derechos colectivos. Por eso celebramos esta decisión del Ministerio de Minas, toda vez que los páramos y las zonas en donde se pueda afectar el ambiente, el agua o la salud de las comunidades no tiene ningún sentido una explotación minera.
La decisión de la Corte Constitucional en días pasados de darles autoridad a los alcaldes para conceder o negar los permisos mineros va en esa línea. Y los alcaldes, ojalá, tengan en cuenta los puntos de vista de las comunidades, de quienes intentarán las explotaciones y tomen la decisión informados y de la mejor manera. Hay quienes consideran que esto puede propiciar la corrupción, pues un mandatario puede conceder cualquier concesión por unos pesos. En este país en donde la concusión es pan de cada día ese riesgo estará siempre presente, así el funcionario sea local o nacional. El que está dispuesto a vender su alma por plata lo hará sin importar nada más. Por eso, lo que la Corte trata de decir es que los alcaldes como representantes de sus comunidades, deben interpretar de la mejor manera los intereses para sus municipios y deberán tener eso en cuenta a la hora de decidir.
Este es el primer paso para la negación de otros permisos mineros en la zona, inclusive más altas, en donde se afectaría aún más la reserva forestal que con buen criterio ha sostenido la región centro sur de Caldas durante más de medio siglo. Es vital la comprensión que ha tenido de la materia Corpocaldas para orientar en este aspecto. No se trata simplemente de negar las posibilidades de esta economía en la región, no, se trata de hacerlo con sentido común. Que se pueda hacer en donde no haya secuelas graves. El mayor patrimonio natural de los caldenses es el agua. Y debemos empeñarnos en defenderla.
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