Hacia un campus universitario

Ciudades en el mundo como Boston (Estados Unidos), Barcelona (España) o Valparaíso (Chile) son consideradas campus universitarios, gracias a su vocación para albergar instituciones de educación superior y ser el destino para miles de jóvenes que viajan de todo el mundo con el objetivo de convertirse en profesionales de primer nivel. Esta semana en Manizales, los directivos universitarios hicieron el lanzamiento de un novedoso programa que apunta hacia ese objetivo, el cual se ha convertido en una apuesta estratégica de la ciudad, pero en la que falta todavía un trabajo más decidido. 
Se habla de Manizales, ciudad universitaria, desde hace mucho tiempo. En alguna época se especuló con proyectos para convertir a la capital caldense en Distrito Universitario, con un esquema de beneficios económicos que no se logró concretar. Luego se conformó la Alianza Suma, con una vocación integradora de los centros de educación superior locales en la que se ha ido avanzando en forma gradual, ajustándose a los criterios de movilidad estudiantil y de complementación académica. Las seis principales universidades de la ciudad hacen parte de esta idea, entre ellas las cuatro que tienen acreditación institucional de Alta Calidad. 
No es de ahora, sino de hace mucho tiempo, que Manizales tiene fama de ser un excelente lugar para estudiar, lo que ha hecho que todos los años lleguen jóvenes de diferentes regiones de Colombia, sobre todo del suroccidente del país y del Eje Cafetero, con el propósito de hacerse profesionales, y en muchos casos con la aspiración de quedarse aquí ejerciendo su carrera. Ahora que se presentó la nueva iniciativa de Manizales, campus universitario, el objetivo es que se consoliden esa imagen y realidad con el inmenso potencial para ser un gran centro de educación superior en Colombia, y cada vez con mayor reconocimiento. 
La alianza que para este fin desarrollaron las universidades de Suma con la Fundación Lúker demuestra que es posible unir esfuerzos entre la academia y el sector privado para lograr ese sueño manizaleño de ser referentes, no solo nacional sino también internacional, del mejor ambiente universitario de calidad. Un punto para reflexionar, al margen de este valioso proyecto, tiene que ver con la urgente necesidad de que los bachilleres de Manizales contemplen a esta ciudad como su primera opción para continuar estudios superiores y que los de la provincia caldense también tengan la posibilidad de disfrutar los beneficios de estudiar en las universidades manizaleñas, y como una forma de llevar conocimiento a los municipios en aras de impulsar su desarrollo. 
Desde luego que lo deseable es que haya una excelente coordinación en la búsqueda de todos estos propósitos entre los directivos universitarios, los gremios económicos y empresarios y las autoridades civiles de la región. En la medida en que los líderes que tienen poder de decisión trabajen juntos con la claridad de llevar al posicionamiento de Manizales como un gran campus universitario, será posible concretar tales sueños con mayor prontitud. También ganar cada vez un mayor impulso para que nuestras instituciones de educación superior alcancen niveles de calidad que las hagan más competitivas en Colombia y América Latina. 

Sin duda que se está caminando en la dirección correcta, pero es fundamental acelerar todos estos procesos, de tal manera que la economía del conocimiento gane un peso específico notorio en Manizales y Caldas. La oportunidad es grande y no puede dejarse escapar, los progresos en el uso de las nuevas tecnologías y la conformación de centros de investigación como Bios o proyectos culturales como el Centro Salmona de la Universidad de Caldas tienen que ser integrados al motor de esta iniciativa.