La mayor parte de los colegios comienzan hoy en Caldas sus labores académicas. Después de un largo periodo de vacaciones, los estudiantes vuelven a las aulas con el propósito de obtener nuevos conocimientos y seguir avanzando en los peldaños que conforman todo el proceso de formación desde el preescolar hasta la secundaria y, luego, toda la vida universitaria. Con los actos de cada día frente al tablero se forjan las posibilidades de salir triunfantes o quedar derrotados. La meta de todos tiene que ser ganar el año.
Este 2015 viene con un ingrediente especial en Manizales y Caldas para varias instituciones educativas públicas que serán piloto del sistema de jornada extendida, con lo que se pretende que los jóvenes hagan un mejor uso del tiempo libre, y que además se avance hacia la mejora de la calidad educativa, en general. Aunque todavía muchos colegios quedarán al margen de esta estrategia, ojalá que sus directivos y alumnos se empiecen a preparar para esta transformación, de la que saldrá ganando mucho nuestra sociedad.
Entre los elementos necesarios para que este ensayo resulte exitoso, es fundamental que los alumnos de los colegios oficiales cuenten con la alimentación que les permita contar con las energías que demandan las exigencias académicas, así como las actividades físicas y culturales que deberán reforzarse ahora que los niños y jóvenes estarán más tiempo en los colegios. Es evidente que si hay deficiencias en los desayunos y almuerzos se perderían todos los esfuerzos para tener más profesores y mejores instalaciones en los establecimientos educativos.
En este sentido hay que resaltar que en el Municipio de Manizales las cosas estén listas para poder atender adecuadamente a los alumnos, con un contrato de alimentación ya adjudicado, y una logística bien organizada, como fue el compromiso de la Secretaría de Educación. No obstante, sí tenemos que lamentar que en el Departamento las cosas no hayan avanzado con la misma agilidad y que los estudiantes que deberían recibir el complemento alimenticio desde el primer día todavía tengan que esperar que el proceso de contratación se cierre y que venga luego la dispendiosa etapa de implementarlo.
También es necesario corregir el comportamiento de muchos padres de familia, quienes dejan para última hora la búsqueda de cupos en las instituciones educativas. Hay que madrugarle a las matrículas y comprometerse a que los niños y jóvenes permanezcan en las aulas, con la consciencia de que solo si los miembros de las familias alcanzan mejores niveles de educación será posible combatir los problemas derivados de la pobreza. Por eso mismo es que no puede permitirse que se privilegie el trabajo de los menores ante las opciones educativas que se les ofrece.
Por último, el llamado también es para los directivos de los colegios y educadores, quienes deben ser moderados a la hora de pedir útiles escolares. No puede caerse en el abuso de exigir implementos que se convierten en una carga para los padres de familia y que resultan innecesarios para la formación de los estudiantes. Hay que buscar maneras más creativas y eficientes de esos útiles, para que no se conviertan en los causantes de que muchas familias salgan espantadas del sistema educativo o que vean la educación más como una carga que como una oportunidad de progreso.
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