Sorprende a muchos que un país como Colombia, que apenas empieza a resolver el conflicto de 52 años con las Farc, que tiene una tasa de homicidios que sigue siendo alta, con grandes carencias y brechas sociales siempre aparezca en los primeros puestos cuando se les pregunta a sus ciudadanos si son felices. Ahora el Departamento Nacional de Planeación (DNP) quiso ahondar en estas cifras y realizó una encuesta nacional que permite establecer los lugares y las razones para estas respuestas, a qué obedecen y, sobre todo, para emprender políticas públicas.
Antioquia y el Eje Cafetero aparecen en el tercer lugar por regiones como más felices, después de las del centro sur y centro oriente. En el 2009 el Centro Regional de Estudios Cafeteros y Empresariales (CRECE) hizo un estudio solo en Caldas y Manizales que arrojó resultados similares, que demostró en términos generales que en las comunas más populosas las personas se sienten más felices que en otras. Sin embargo, este tipo de informes parece que aún generan desconfianza en muchos actores públicos para tomar decisiones. Explican algunos expertos que el asunto con esta clase de encuestas es que la percepción puede variar muy rápidamente, por factores externos o internos. Si la encuesta se hace el día en que a algún colombiano le va bien en los Juegos Olímpicos es posible que tienda a encontrar más respuestas de personas satisfechas, en cambio, si es un día en que hay una mala noticia opte por moderar su alegría.
Cada vez son más las personas que consideran que para tomar decisiones de política pública no se puede basar solo en indicadores económicos como el PIB, el empleo o el ingreso, sino que debe tener en cuenta la satisfacción de los ciudadanos con su entorno, pues esto es fundamental. La felicidad no puede ser una justificación para ocultar otros sentimientos que son necesarios en la vida y en el crecimiento como personas. La verdadera madurez y la inteligencia emocional, está probado, se logran cuando hay equilibrio en el ser humano y este se encuentra entre muchos sentimientos, incluida la alegría, que es uno más y que es difícil que sea permanente.
Lo que sí enseña la vida es que no se puede quedar el ser humano en las experiencias negativas de su vida, sino que debe aprender a sacarles conocimiento para superarlas. Ese equilibrio, que cada quien encuentra en rituales diferentes o en valorar de distinta manera las cosas que le suceden, es lo que muchos entienden como felicidad. No necesariamente andar sonrientes todo el tiempo, como otros parecen querer hacer ver.
El 10 por ciento de la población colombiana sufre algún tipo de trastorno de salud mental, y la mayoría de esta se encuentra en la depresión y en la ansiedad. Pasar de la euforia a la tristeza en un santiamén puede ser una alerta, máxime si esto sucede seguido. Por eso, lo que tienen los servidores públicos con la encuesta del DNP es una herramienta que debe ser cruzada con otros indicadores, pero lo peor que se puede hacer es desecharla, pues cada vez influye con más peso la satisfacción en la toma de decisiones de los ciudadanos, por tanto también debe ser así en el presupuesto.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015